Fue el tiempo que pasó desde su primer gol en AFA, con Peñarol y con 14 años, hasta el último, ya siendo de la “T”.

“Lo disfruto más que nunca porque estas cosas no pasan siempre”, dijo Nahuel Bustos (21 años) a Mundo D. El 4-2 sobre Huracán tenía minutos, había anotado su gol número nueve en la temporada y había sido muy importante para un equipo que necesitaba vencer por segunda vez consecutiva para sostener sus ilusiones de volver a ser internacional en 2021.

Lo que no sabía Nahuel era que el lunes pasado se cumplían siete años del primer gol que anotó en AFA. Sí, sí; siendo un niño de 14 años, “NB10” marcó para Argentino Peñarol en la goleada por 7-0 ante Racing de Valle Hermoso en el marco del torneo del Interior (Argentino C), en “el Trampero” de Argüello. Sergio Allende, el DT, lo había apuntado de Huracán y le tenía tanta fe que lo puso en el segundo tiempo.

Así se convirtió en el anotador más precoz de un torneo de AFA. Ese momento, que cumplía exactamente siete años, fue festejado por Bustos con el golazo ante Huracán. Ayer, era un pibito de 14 años; hoy, es uno de los goleadores de la Superliga y un delantero completo al que le fijaron una cláusula de salida de 18 millones de euros (Boca y River, más clubes de Brasil y de las principales ligas europeas, ya se interesaron en él). Además de que viene de ser campeón con el Sub 23 en el Preolímpico.

¿Cómo llegó a la “T”?

La empresa Barcos Sport compró el pase de Nahuel y, luego, se lo vendió a Talleres, pero conservó un 20 por ciento que anotó a favor de Talleres de Bell Ville. “Talleres y Belgrano se interesaron por él. Les pasamos la misma propuesta. Aceptó Talleres y por eso lo llevó. El exjugador de Belgrano Roberto González nos lo apuntó”, supo decir Gabriel Barcos.

En Talleres debutó en 2017 con Kudelka; fue bicampeón de reserva, estuvo a punto de ser cedido a Everton de Chile y, con la llegada de Juan Vojvoda, logró explotar siendo un delantero más completo.

Anotó cinco goles, entre ellos los dos a Belgrano, que lo convirtieron en el anotar más joven para un clásico, ya que tenía 20 años. Se fue a préstamo a Pachuca, tuvo poca continuidad y volvió casi sobre el comienzo de esta Superliga.

Actualmente, tiene nueve tantos (tres asistencias) y se ha vuelto imprescindible para Talleres. Es más; su total de 14 goles lo convirtieron en el jugador propio de mejor promedio en los últimos 10 años: 0,40 (14, en 35 partidos).

El DT Medina también le dio mucha confianza y lo perdonó cuando fue relevado ante Newell’s y se enojó. Solo dejó el equipo cuando se fue al sub 23. “Tengo que ser el primer defensor. Después, el gol llega solo, como me dicen Dayro y Caranta”, cuenta Nahuel.

Se ve que sí.