Tomó la responsabilidad cuando se fue expulsado Herrera y San Lorenzo se venía encima.

Sonó el silbato poniendo fin al dramatismo, y Nahuel Bustos lo festejó como un gol ante la cabecera Willington. El delantero que los convierte, en los últimos mintuos con San Lorenzo debió evitarlos.

Es que le tocó ir al arco cuando fue expulsado Guido Herrera y Talleres ya había agotado la cuota de cambios. “En las prácticas siempre me calzó los guantes”, explicó.

La roja a Herrera le puso incertidumbre a un partido que Talleres había tenido bajo control. Por eso el festejo de Bustos, el goleador que evitó goles.