El juego del “9” albiazul fue analizado por nueve artilleros históricos: Gigena, Reinaldi, Bravo, Bevilacqua, Oste, Kenig, Strahman, Klusener y Aranda.

No se puede todo en el Mundo Talleres. Sus habitantes disfrutaron como locos tener un goleador como Dayro Moreno. A poco de finalizar el juego la evaluación sobre su producción contra Atlético Tucumán (ese doblete que hizo olvidar el tanto increíble que se había perdido al principio, el bailecito posterior que es tendencia, cómo hace jugar al equipo cuando se tira atrás y demás) cotizaba igual que el anhelo de que siga después de junio.

Es que Dayro Moreno se ha hecho de un buen lugar en Talleres, ya que ha terminado con la maldición de los goleadores que el primer equipo venía arrastrando desde que volvió a Primera, al punto de que ninguno pudo consolidarse en esta etapa.

Sin embargo, la permanencia del goleador más allá de junio no está definida ya que su contrato de dos años podrá cumplirse si se hace una actualización de contrato y es algo que se definirá entre el presidente de Talleres, Andrés Fassi (“El jugador es pagable y haremos todo lo posible por retenerlo. Igual que Sebastián Palacios”, dijo) y Álvaro Muñoz Castro, el representante del exintegrante de la selección colombiana.

Por ahora, lo que puede hacerse es disfrutar del delantero, sorprenderse con su calidad y abrir una expectativa clara sobre una gran definición o el armado de una gran jugada. Todo ratificado el viernes contra los tucumanos.

El análisis de su rendimiento también fue una buena razón para que centrodelanteros albiazules de los últimos cuarenta años se expresaran a través del formato “9x9”: el nueve albiazul versionado por nueve goleadores.

Sus definiciones, el lujo como recurso, la calidad del pase que recibe, la combinación con Sebastián Palacios, sus intermitencias, su salida del área y los enojos que manifiesta cuando no recibe la pelota en tiempo y ubicación favorables o cuando no hay más jugadores que lo interpreten como Palacios fueron analizadas por Darío Gigena (jugó con el colombiano en Once Caldas), José Omar Reinaldi, Humberto “Tigre” Bravo, Mario Bevilacqua, Roberto Oste, Alejandro Kenig, Eial Strahman, Gonzalo Klusener y Adrián Aranda (con el que intercambió camisetas en un Caldas-Huila).

Nueve “9” sobre el “9”

Los nueve jugadores consultados coincidieron en que sus definiciones son muy certeras y, luego, se pusieron a analizar la cancha en la que se mueve el colombiano.

“El lujo es un recurso que se ha manifestado desde que puso un pie en Talleres”, comentó “el Bevi”, quien fue el máximo artillero albiazul en AFA que hoy trabaja en el semillero de Mitre (SE).

“Arrancó haciéndoles goles a Belgrano en el amistoso. Ahí entró bien”, afirmó Oste desde Ecuador, donde es DT alterno de Liga de Portoviejo.

“Lo mejor que puede hacer es no salir del área. Fuera de ella no está cómodo. Puede armar juego, pero llega cansado a la zona de definición y eso no es bueno para un goleador”, advirtió Alejandro Kenig, quien es DT y viene de dirigir a Vélez de Oliva.

La sociedad que tiene con Palacios y sus enojos cuando no recibe también fueron referencias.

“Es de temer. Con Palacios se potencia. Pero hay que acompañarlos”, dijo José Omar Reinaldi (hoy secretario de la Asociación de técnicos).

“Deben aparecer más Ramírez, Pochettino, Cubas y Ortiz. Pero tiene que enojarse menos. Pierde concentración”, agregó Humberto Bravo (tiene un bar frente a la cancha). “Hay que disfrutarlo”, afirmó Eial Strahman, en modo hincha (está en Almagro).

Klusener, Gigena (fue compañero en Once Caldas) y Aranda (fue rival con el Huila) coincidieron en que es el goleador que Talleres “merece” y que para ser protagonista, la “T” lo necesita. Y Dayro responde.