Mantener la categoría en el regreso a la Primera División tras 12 años y volver a ser internacional no eran objetivos menores para Talleres. Para lograrlos, el presidente Andrés Fassi armó dos planteles, con dos opciones por puestos. Fueron 31 jugadores entre una y otra temporada: 16 para el torneo regreso a la máxima categoría y 15 para la Superliga.

Llegaron jugadores con experiencia en Primera División, jugadores que generaron un golpe de efecto y apuestas, que se sumaron a una base de la B Nacional que estaba integrada por Pablo "el Cholo" Guiñazú, Guido Herrera, Juan Cruz Komar, Rodrigo Burgos, Gonzalo Klusener, Carlos Quintana, Ivo Chaves y algunos pibes del club, como Emanuel Reynoso y Victorio Ramis.

En el análisis de cada caso, surge que el 30 por ciento de los jugadores incorporados en cada torneo rindieron de acuerdo a la expectativa. Sebastián Palacios, Jonathan Menéndez, Joao Rojas, Leonardo Gil, Javier Gandolfi, Lucas Olaza, Leonardo Godoy, Fernando Godoy, Juan Ramírez y Santiago Silva fueron algunos de esos nombres.

Torneo de Primera División 2016/2017, 16 jugadores

Javier Gandolfi. Fue el primer refuerzo del equipo, en la vuelta a Primera División. Javier tenía 35 años y venía de desempeñarse en Tijuana de México, donde fue titular y capitán del equipo todos los partidos del certamen de ascenso mejicano. Le dio liderazgo, profesionalismo y personalidad al equipo. Se única lesión fue al cierre del último torneo. En su primer torneo jugó 27 partidos y anotó un gol. Su total fue de 47 partidos entre ambos torneos. Rindió y seguirá una tercera temporada. "En Talleres me sentí genial. Quiero seguir un años más para jugar lo que haga falta", dijo Gandolfi.

Leonardo Godoy. Llegó desde Atlético de Rafaela con un puñado de partidos en Primera División. Fue salida, aportó proyección, asistencias y goles. En su primer torneo jugó 28 partidos y marcó dos goles. Ya lleva 51 jugados. De lo mejor. Es uno de los cuatro jugadores que Talleres puede vender.

Ian Escobar. Llegó de Chacarita como apuesta y lo sigue siendo. Arrancó jugando en el equipo, pero luego perdió su lugar en el cierre de la temporada. Jugó 22 partidos en la primera, y tres en la que se fue. Sin continuidad, pasó a militar en reserva, hasta que volvió a jugar sobre el cierre del último torneo.

Juan Ramírez. Escribió una historia que casi se trunca. Jugó en ambos torneos, pero está claro que en la Superliga produjo lo mejor. Se fue Emanuel Reynoso y él ocupó su lugar en ese tridente de volantes. El equipo fue más directo y él sorprendió con cinco goles en 25 juegos, después de que fue dado de baja (con placa de despedida en redes sociales) y reincorporado a las horas. Es que en su torneo debut había jugado 11 partidos (tuvo una lesión persistente), la mayoría ingresando desde el banco, y no se había destacado.

Leonardo Gil. Sin lugar en Estudiantes de La Plata. Gran manejo, panorama y ejecutor de la pelota parada. También un importante recuperador. Integrante del tridente de volantes con Pablo Guiñazú y Emanuel Reynoso. Duró un solo torneo: se fue por cierto desgaste y porque su opción de compra era muy alta. Totalizó 29 partidos y marcó dos goles. A Kudelka le fue difícil reemplazarlo cuando se fue a Central.

Guillermo Cotugno. Le ganó el lugar a Escobar en el final de la campaña 2016/2017. Aportó mejor marca y subió en forma criteriosa. Venía jugar en el Sub 20 uruguayo y con pasado en el fútbol ruso. Se fue directamente al Oviedo de España. Fue bueno, pero duró poco.

Jonathan Menéndez. También llegó como apuesta desde Chacarita, rindió y fue uno de los cuatro futbolistas que se vendieron en la era Fassi. Mejor en el primer torneo que en el segundo: jugó 22 encuentros y marcó 9 goles. Jugó nueve partidos en Superliga y aportó un gol más antes de irse a Independiente a principios de año.

Sebastián Palacios. Al igual que “Jony” gravitó más en el primer torneo que en el siguiente, hasta que fue vendido. Fue solución por las bandas, fue el goleador del equipo sin ser especialistas y un asistidor de peso, aunque fue bastante egoísta. 29 partidos y 10 goles en la 2016/2017; más 9 (se fracturó el cúbito derecho) y 3, respectivamente, de la primera parte de la 2017/2018. Se fue al Pachuca en febrero.

Carlos Muñoz. Fue la primera opción para delantero central y como goleador. Convirtió un gol en 22 partidos. La mitad los jugó como titular, el resto como suplente. Tuvo movilidad; pero, luego, se tornó frágil. Sus quejas por cierto atraso en el pago de haberes y el reclamo de remuneraciones en negro le terminaron marcando el camino de salida.

Fernando Godoy. Fue el mismo caso que Ramírez. Lo mejor lo dio en la Superliga. Se hizo titular tras el partido con Colón, antes del receso. Jugó 21 partidos y se destacó en más de la mitad. En su torneo inicial fue pieza de recambio y totalizó 14 juegos.

Nicolás Giménez. Ha tenido pocas oportunidades para jugar. Entró muy poco en la consideración del DT Kudelka y cuando lo hizo no pudo rayar a gran nivel como cuando estaba en Chicago y, por caso, lograba conducir y marcar (le hizo uno a Talleres). Su mejor partido fue ante Arsenal, en el que marcó su único gol en el club en 29 partidos (16 y 13). Jugó mucho en reserva.

Daniel Ludueña. Hubo algunas contrataciones en las que Fassi pasó por alto los reportes de la visoría. El de Ludueña fue el caso. Sumó 71 minutos entre cuatro partidos (ninguno como titular): 24, 27, 7 y 13 con River (fue su debut el 11/09/2016 al ingresar a los 24 minutos del complemento en lugar de Leonardo Gil), Aldosivi, Defensa y Arsenal, respectivamente. Primero fue una distensión muscular, a mediados de septiembre, y después, una contusión ósea lumbar por un golpe, cuya recuperación lo retrasó más de lo previsto.

Matías Vuoso. Un caso similar al de Ludueña. Se le contabilizan los 26 minutos del partido ante Aldosivi de Mar del Plata. El 1 de octubre de 2016 reemplazó a Nicolás Giménez y poco pudo hacer para evitar la derrota. “Asumo el error de traer a un jugador como Vuoso. No estaba bien en lo físico...”, supo decir el presidente Andrés Fassi. Es más, esas contrataciones condicionaron la llegada de Santiago García.

"No queremos otro Vuoso ni otro Ludueña", se dijo desde la directiva cuando no se aprobó la contratación de Santiago "Morro" García

Lucas Kruspzky. Llegó a prueba para el torneo regreso y logró quedarse, pero una lesión severa (rotura de ligamentos cruzados) limitó su estadía en Talleres a tres partidos.

Okiki Afolabi. El delantero jugó medio tiempo ante Estudiantes de La Plata. Nada más. Llegó con dos coterráneos. Oparaugo sigue en inferiores y fue campeón de reserva.

Ezequiel Rescaldani. Llegó con la posibilidad de adueñarse del puesto del “9”, el que jamás terminó de encontrar a su dueño. Eial Strahman, Klusener, Okiki y Carlos Muñoz fueron las alternativas a las que apeló Kudelka, y ninguna lo conformó, al punto de que tuvo que improvisar a Aldo Araujo y a Palacios. “Resca” jugó 12 partidos e hizo dos goles.

Superliga 2017/2018, 15 futbolistas

Lucas Olaza. El lateral izquierdo uruguayo fue un buen refuerzo de esta Superliga. "El Bombadero del Prado" hizo un golazo de tiro libre contra Chacarita Juniors y tres de penal contra River Plate, San Lorenzo y Banfield. Fueron cuatro goles en 22 partidos en los que mostró su buena pegada y construyó buenas "sociedades" con Juan Ramírez y Jonathan Menéndez. Boca Juniors y otros clubes argentinos y del exterior, como Sporting Lisboa, pusieron la mira en él. Y coincidentemente bajó su rendimiento.

Junior Arias. Compitió con Marcelo Torres la búsqueda de que uno lograra más efectividad en el arco rival, el principal déficit del equipo. No le sumó marrar el penal contra Estudiantes, que debía ejecutar Olaza, y él pidió patear para sacarse la "mufa" de los goles que desperdició contra Arsenal. Antes del receso logró ser titular y recuperó la puntería, pero ya había llegado Santiago Silva, quien tuvo la prioridad. Igualmente terminó siendo el goleador del equipo con seis tantos (los de mejor elaboración del equipo) y sumó dos asistencias. Se esperaba más. Tiene contrato por seis meses más.

Cristian Ramírez. El volante sólo ingresó en tres partidos y jugó pocos minutos, luego se lesionó. Poco tiempo de juego para hacer una evaluación. Duró seis meses.

Gabriel Ramírez. Fue el último de los refuerzos en llegar, dos días antes del inicio de la Superliga. También jugó pocos minutos, sólo 87. Iba a ser titular contra Colón, pero Kudelka prefirió incluir a Fernando Godoy en reemplazo de Juan Ramírez, quien se había lesionado.

Nahuel Tenaglia. Tiene que madurar un poco más. Otra de las apuestas que trajo Fassi. Si bien cometió la mano del penal que Herrera le atajó a Guanca, el juvenil lateral derecho que vino de Atlanta dejó una buena impresión, con un estilo de proyección parecido al de Leonardo Godoy. Si lo venden será su relevo, como lo fue al final de la Superliga. Jugó cinco partidos en total.

Marcelo Torres. El delantero de área jugó 13 partidos como titular y convirtió tres goles. Debutó en Talleres, como no lo había hecho en Boca, y llegó a anotar en ese primer semestre. Luego se diluyó y, cuando llegó Silva, fue a jugar a la reserva, donde fue campeón.

Mauro Ortiz. El petiso demostró verticalidad y atrevimiento, pero no le alcanzaron para jugar más de 13 partidos. Pudo marcar varias goles. Tiene que ganar experiencia en Primera, porque viene de Riestra.

Santiago Silva. Jugó 13 partidos y anotó cuatro goles. Cumplió. Fue un referente de área y aportó cierta jerarquía. Exageró en bajar para recuperar la pelota, porque se quedó sin potencia para llegar a varios ataques. Su gran error fue la expulsión ante Defensa. Eso le impidió jugar ante el líder Boca, “el partido del año”.

Matías Pisano. Al igual que Silva fue muy pedido por Kudelka. Amagó con ser la gran incorporación –además venía por Palacios– tras las asistencias ante Argentinos para los goles de Silva y Ramírez. Pero se quedó ahí. Jugó seis partidos.

Alexis Messidoro. Debutó con Unión y ofreció destellos de calidad. Apenas dos partidos.

Joel Soñora y Facundo Medina. No lograron debutar en la Superliga.

Samuel Sosa. El pibe venezolano, integrante del sub 20, logró debutar ante Olimpo. Jugó algunos minutos.

Gastón Mastrolía. El arquero de Platense fue prestado a Mitre ya que Mauricio Caranta se quedó.