Si por los trascendidos fuera, todo indica que Frank Darío Kudelka transita los últimos días se su exitoso ciclo como entrenador de Talleres, club en el que dirige desde hace poco más de tres años.

Sin embargo, como de certezas se trata, la dirigencia albiazul ratificó una y otra vez que recién en 10 días, después del partido con Olimpo en Bahía Blanca (último de la Superliga), se definirá el futuro de la relación Talleres-Kudelka. El presidente Andrés Fassi lo reiteró y dejó claro cada vez que se lo consultaron. Y FDK tampoco anticipó una decisión, más allá de su deseo –que hizo público– de que a esta altura le gustaría tener todo resuelto respecto a su devenir.

Mientras tanto, la "T" debe afrontar dos compromisos clave para su aspiración de clasificarse a la Copa Libertadores (sólo una catástrofe lo dejaría fuera de la Sudamericana): ese con los bahienses –que ya descendieron– por la última fecha y el del sábado con Huracán, un rival directo para ingresar al máximo torneo continental.

Entrar a una copa es el objetivo que Talleres se planteó para esta temporada y gran parte de las chances se las juega en ese partido frente al Globo en el Kempes, encuentro que tendrá un condimento muy especial, porque podría tratarse del último de Kudelka frente al público albiazul, que hace apenas unas fechas lo ovacionaba y coreaba "que de la mano, de Frank Kudelka, todos la vuelta vamos a dar...", como una señal de agradecimiento por tantas alegrías dadas en el pasado (dos ascensos, para pasar del Federal A a Primera División) y el presente (protagonista de la actual Superliga).

A ese cruce decisivo con Huracán, el equipo albiazul lo encara en medio de insistentes versiones que relacionan a su DT con otros clubes, que lo tiene en su horizonte para que se calce su buzo de entrenador: en las últimas horas, San Lorenzo, Universidad de Chile, Rosario Central y hasta Independiente aparecieron como candidatos a quedarse con los servicios de Kudelka. Y es más, en el caso de los dos primeros, con gestiones más que avanzadas que marcaban que será nuevo el conductor del Santo de Boedo o que todos está encaminado para que su futuro esté del otro lado de la cordillera.

Como sea, si este es el final de la etapa fructífera por donde se la analice que club y entrenador supieron transitar juntos, ni Talleres ni Kudelka se merecen que termine así, en medio de tantas versiones, con frentes abiertos y con situaciones que distraen cuando por estas horas todo debiera apuntar a concentrar los esfuerzos en tener un cierre de torneo acorde a la muy buena campaña que el equipo realizó en esta Superliga.

Y después, si Kudelka se va, que sea por la puerta grande y, tanto él como el club, convencidos de que no se guardaron nada para el bien de la institución, que al final siempre debe estar por encima de cualquier persona.