Crónica de un partido en el que los de Kudelka hicieron todo para ganar, pero terminaron perdiendo en el Kempes.

Como nunca le pasó en lo que va de la Superliga, Talleres sufrió ayer por su ineficacia para definir todo lo que generó e, increíblemente, terminó perdiendo 2 a 0 contra Independiente, en el Kempes. Fue un partido en el que no mereció irse sin puntos. Y, otra vez, se verificó aquel viejo lugar común del fútbol: los goles que no se hacen en el arco ajeno se sufren en el propio.

Arrancó mejor la “T”, adelantado en el terreno resbaladizo y optó por la izquierda de su ataque, en donde se recostaban, alternadamente, Rojas y Araujo. A los 8 minutos se escapó Joao, llegó al fondo y Brítez lo taloneó, pero Delfino no vio la jugada como penal. Despuntó, así, un duelo en el que el ecuatoriano siempre se impuso.

Talleres prevalecía por vértigo y velocidad, pero estaba impreciso en zona de gatillo. Y por esa vía, a los 16, vino la más clara: otra vez Joao, asistido por Escobar, dejó pagando a Britez y metió el centro al medio: conectó Silva y Campaña salvó su arco. Y a los 21, otra vez el ecuatoriano estuvo muy cerca. Recibió de nuevo de un desequilibrante Escobar encaró y lo pasó a Figal, pero se apuró al definir.

Pero Talleres no convertía y en la primera que tuvo el Diablo, facturó. Dos minutos, después de un gran desborde del “Chino” Romero, la zaga central albiazul quedó en línea y Verón cabeceó el gol.

Injusto

Un resultado que no se ajustaba a lo visto y que castigaba la ineficacia de la “T”. Aún en desventaja, siguió presionando y, a los 33, Campaña, agigantado, le sacó un frentazo de gol a Arajo, tras un veloz desborde y centro de “Leo” Godoy. El arquero del Rojo fue clave.

A los 40 se lo perdió Silva, por otra gran atajada de Campeña. Y, en el último minuto, un tiro libre del “Tanque” fue interceptado en el área por Gaibor, quien no respetó la distancia. Quedó la duda de si fue penal.

El complemento arrancó con Talleres igual de activo e insistente, en la búsqueda del empate y el Rojo dispuesto a las contras. Ni bien empezó, Delfino debió amonestar a Figal por una falta de atrás Araujo, pero Delfino se guardó la tarjeta. Rojas, imparable, siguió haciendo estragos, pero acelerado, algo egoísta e impreciso para definir. Y lo que pasó a los 19 fue impensado: la “T” tuvo dos veces el gol en una misma jugada a través de “Leo” Godoy, pero Campaña tapó el primer remate sobre la línea y el rebote el lateral lo tiró por arriba. Con todo lo que había generado no se entendía que Talleres siguiera perdiendo.

Luego Kudelka mandó a Giménez a la cancha buscando un poco de pausa y sumó otro delantero más: Mauro Ortiz. Pero como pasó en el primer tiempo, en una contra, y cuando el partido se moría, Gigliotti marcó el segundo y el de triunfo final del Rojo.