¿Silva? Sí, pero también Junior Arias, quien se peló como su colega goleador e hizo el 1-0 de la “T” ante Temperley. Un resultado que dejó al equipo tercero. Lo malo: no juega con Banfield.

El año 2018 no tuvo un amanecer sencillo para Junior Arias. El uruguayo ya sabía que en el Mundo Talleres nada era gratis y que para escribir algún capítulo en su historia, no alcanzaba con los tres goles conseguidos ante Lanús, Patronato y Colón, antes de irse al receso veraniego. Es más, como para recordarle sus obligaciones como especialista y definir, hace dos semanas llegó Santiago “el Tanque” Silva, aquel que venía pidiendo desde hace mucho tiempo el entrenador Frank Darío Kudelka. Porque el “mal de los ‘9’” que no daban resultado en Talleres en los tres campeonatos de la era Andrés Fassi (15, en total) también amenazaba con “comérselos” a él y a Marcelo Torres.

Es más, era tal la ansiedad por marcar que, ante Estudiantes, le pidió el penal a Lucas Olaza, Andújar se lo atajó y Talleres perdió 1-0. Al mismo tiempo, su tío y representante, Gerardo “Boca” Arias, comenzó a manejar una posibilidad de irse a Nacional de Uruguay, pero al final quedó en eso. “Tengo que pensar en Talleres”, fue su sentencia. Además de pelarse. Como para cambiar la suerte.

La apuesta salió bien porque tuvo más movilidad y participó más del juego en el 2-0 con San Lorenzo y, anoche, jugó su mejor partido en Talleres. No solamente porque hizo el pase a la red a los 34 minutos de juego, tras una gran jugada entre Juan Ramírez y Joao Rojas, sino que le anularon otro gol por un offside inexistente, además de que pivoteó y fue parte del circuito de juego, como es la exigencia para ser “el 9” de este equipo de Kudelka. La velocidad de los extremos, como Mauro Ortiz (o su reemplazante Aldo Araujo) y el ecuatoriano, es tremenda. Pero el uruguayo llegó en varias oportunidades para conectar a la red.

Por eso, estaba feliz. Ser “el 9” de la “T” ya no era tan difícil. “Estoy contento por el gol. Por los tres puntos. Hay un grupo bárbaro, gente con jerarquía y experiencia. La competencia es sana. Estamos terceros, pero esto es partido a partido. Somos un equipo de sacrificio y tratamos de reemplazar a quienes se fueron como Emanuel Reynoso y Jonathan Menéndez”, dijo al final del juego, luego de recibir el saludo y la “bendición” de Pablo Guiñazú y del propio Silva, quien entró a 11 minutos del final en su lugar para determinar su debut. “Los dos se matan por igual”, reflexionó “el Cholo”.

Se fue un partido especial para Arias. Pero en serio. Ayer, apenas hizo el gol, dejó ver una remera que decía: “Feliz cumple, pa”. Fue para Néstor que cumplía años y que con su sacrificio permitió que el pequeño Junior pudiera ser jugador. “Mis viejos son laburantes de toda la vida. Mi padre trabajaba en la construcción y mi madre era ama de casa. Con el tiempo mi hermana y mi cuñado les pusieron un almacén en el barrio”, supo contar Arias. Lástima que el árbitro Merlo no perdonó la dedicatoria a Ernesto y por la amarilla no podrá estar disponible ante Banfield ya que fue la quinta.

Igualmente, el delantero le dio un alegrón al viejo, a sí mismo y al Mundo Talleres. Cuando más lo exigieron, el uruguayo apareció en toda su dimensión para dejar a Talleres en la tercera posición detrás de Boca y San Lorenzo. Nada más ni nada menos.