El uruguayo disfrutó de ser el héroe del 1-0 sobre Patronato, que le sirvió para ingresar de lleno al Mundo Talleres. Y ya le apuntó firme al clásico con Belgrano.

El especialista sabe que ningún gol es igual a otro. Junior Arias conoce el poder y el alcance de esta afirmación. Sobre todo en este momento del Mundo Talleres. Su debut fue inmejorable porque fue el estreno del equipo en la Superliga y él abrió un marcador que terminó 5-2 sobre Lanús, con una jugada que representa el ADN del Talleres de Kudelka. En aquel partido el goleador tomó el rebote del tiro al palo de una de las tantas proyecciones del lateral Leonardo Godoy, un movimiento que es marca registrada en este equipo.

Sin embargo, el gol de ayer fue especial porque paseó a Arias por cuatro dimensiones: una temporal, porque le tocó ingresar cuando Talleres iba por la décima de las 16 situaciones de gol que le creó a Patronato; una espacial, ya pudo hacer ese pase a la red que nadie había realizado; otra realmente significativa porque resulta de una sociedad que armó con Mauro Ortiz (recién ingresado como Arias, fue el autor de la asistencia) y en uno de los partidos que ha Talleres más le cuesta como es el de atacar en espacios reducidos; y, finalmente, una cuestión personal-grupal.

Ese 1-0 determinante y definitivo, que coloca a Talleres cerca de la cima, le significa llegar al equipo con la forma esperada al clásico ante Belgrano en Alberdi –hace 42 años que no se juega ahí por Primera División– y para el uruguayo la posibilidad de volver a ingresar al equipo desde el vamos.

Buen augurio y la sociedad

Este gol fue distinto. Porque fue volver a la fuente de este equipo. Porque nació de dos de los miembros que forman el tridente del medio campo como Pablo Guiñazú y Emanuel Reynoso, y se cerró con el que estaban integrando Mauro Ortiz-Arias-Sebastián Palacios. Del motor del equipo a la ejecución, de la creación a la concreción, del pensamiento a la aceleración... De cinco pases al gol y a la victoria. La trajo “el Cholo” y siguió con “Bebelo” (es el que hace jugar a Talleres), Ortiz y “Pala” armaron una pared genial para que el uruguayo la empuje.

“Ganamos gracias a todos, te corrijo. Sabía que tenía que anticipar al primer palo y tener movilidad. Dentro del área que es mi fuerte”, dijo Arias, ante la primera requisitoria periodística, con la hinchada de Talleres cantando por tercera vez en el juego: “Que el domingo, cueste lo que cueste. En Alberdi, tenemos que ganaaaar”.

Entonces, el uruguayo, quien había ingresado por Marcelo Torres, dijo: “La gente me lo hizo saber desde el primer día que llegué. Se vive de forma muy importante. Va a ser el primero acá en Córdoba y vamos a tener la suerte de ganarles en la cancha de ellos”.

Luego, a la salida de los vestuarios, Arias contó la historia del gol y volvió a insistir sobre vencer a Belgrano. Lucas Olaza, su compatriota, fue quien se lo vaticinó. “Concentramos juntos y me dijo que entraría y haría un gol. Es medio brujo. Guiñazú también me lo dijo apenas entré”, contó Arias.

–¿Te tocó el amor propio Kudelka cuando decidió que fueras al banco?
–Sí. Cuando es titular y lo sacan, algo pasa. Soy autocrítico, pero también fuerte. En el sentido de que quiero revertir. Por algo me sacaron. Pero apreté los dientes y se pudo conseguir el objetivo.

Igualmente, las palabras previas al ingreso fueron de Raúl Armando, el DT alterno albiazul, quien hizo el cambio del ex Peñarol por Torres por orden de Kudelka, quien se había ido expulsado por el juez Rapallini. “Armando me dijo que aguante la pelota, que genere alguna falta cerca del área y que vaya al primer palo. Estuve en el momento justo. Estoy contento por el gol. Lo necesitaba”, agregó Arias.

–¿Se siente el clima del clásico?
–Desde antes me lo hicieron saber. Va a ser un partido lindo y hermoso. Hay que disfrutarlo. Bueno, vamos a tener la suerte de ganarle en cancha de ellos. Será un clásico especial porque también hay uruguayos en Belgrano como Martínez Pinto y Ramis.