Pese a que es lateral, el refuerzo uruguayo marcó varios goles de tiro libre.

Se sumó al plantel de Talleres el lunes pasado desde Uruguay, junto a su compatriota, el delantero centro Junior Arias. El lateral izquierdo Lucas Olaza (23 años) no vino con la “chapa” mediática del atacante, pero bastó verlo el sábado unos minutos, en el amistoso contra Newell’s, en la Boutique, para corroborar los buenos antecedentes que impulsaron a Andrés Fassi y a Frank Kudelka a insistir con su contratación.

Olaza le pega muy bien al balón, su especialidad es la pelota parada y, a través de esa vía, llega mucho al gol. Con sólo 18 años, en River de Uruguay lo apodaron “el Bombardero del Prado”. ¿Por qué, si es una descripción más acorde para un “9” que para un lateral? Él se lo explicó ayer a Mundo D.

“Me pusieron así porque River, mi primer club en Uruguay, está ubicado en el barrio Prado de allá. En mi primera temporada allá, hice cinco o seis goles de tiro libre. Era medio extraño porque jugaba de lateral izquierdo y no era delantero. Pero ya entonces mi fuerte era la pegada en los tiros libres y las jugadas con pelota quieta. Desde chico pido ejecutarlas ”, dijo el charrúa.

Así está el mercado de pases de Talleres El defensor agregó algunos datos más de su perfil futbolístico. “Soy zurdo, pero manejo también la derecha para los pases largos y puedo jugar de interior. Me proyecto mucho, pero sin descuidar la marca, porque eso es lo primero que debo atender”, añadió.

Olaza comentó que charló con Andrés Fassi y su representante cuando el presidente de Talleres estuvo en el arranque de este mes en el país vecino, tramitando su contratación y la de Arias. “Él me comentó de la idea y el proyecto de Talleres. Me gustó mucho. Y más aún la posibilidad de mostrarme en la liga argentina, que es una vidriera muy distinta a la nuestra. Es más linda que la uruguaya, porque se juega más rápido, con otra dinámica, motiva de otra manera”, comentó.

Olaza jugó después en Paranaense de Brasil y en el Celta de Vigo “B” de España, por lo que suma experiencia internacional en su carrera. “Fueron dos experiencias muy buenas y me servirán mucho para no tener problemas de adaptación al fútbol argentino, más allá de que tenemos costumbres similares y muchos puntos en común. En Uruguay el fútbol también es tan pasional como acá”, señaló.

El defensor recordó que se fue muy joven al paranaense Brasil, en donde le tocó marcar a Robinho, “un delantero espectacular y difícil de controlar”, afirmó. Y de su paso en el Celta de Vigo, comentó: “Allá jugué más partidos que en Brasil y fue provechoso, porque aprendí las características del fútbol europeo”. Con Danubio, el club del que proviene, Olaza jugó dos ediciones de la Copa Sudamericana y también tuvo un paso en la selección charrúa Sub 20.