La “T” sólo obtuvo un punto de los seis en juego, pero la lectura de sus primeros pasos tras el retorno a Primera División no debe agotarse en lo numérico.

Un punto en dos presentaciones y ese incómodo último lugar en la tabla de “promiedos” que hace fruncir el ceño. El arranque de Talleres tiene, por ahora, un rojo que preocupa, sí, pero que lejos está de apagar el optimismo con que los albiazules encararon el retorno a Primera División después de un paréntesis de 12 años.

“El objetivo es llegar a los 50 puntos y consolidarnos en Primera. Estoy conforme y contento con el armado del plantel y estimo que Talleres irá de menor a mayor”. El anticipo del presidente Andrés Fassi, en la previa del torneo, está en pleno desarrollo.

El análisis frío, riguroso y sin matices marca que la “T” ya tachó, con escasa renta, dos de las 30 fechas (o finales) en las que deberá alcanzar esa meta. El lado numérico no admite discusiones: un punto sobre seis, no sirve.

Formación

Pero los balances futbolísticos no se hacen con óptica pitagórica ni leerse exclusivamente desde lo matemático. Porque para un equipo en formación como el de Frank Kudelka, con apenas tres titulares “sobrevivientes” del plantel que ganó el ascenso (Guido Herrera, Carlos Quintana y Pablo Guiñazú), el tiempo de rodaje es esencial y necesitará unas fechas más.

Intentando aceitar esas piezas, el DT no podrá repetir el “11” que puso en las dos primeras jornadas. Las expulsiones de “Guiña” y Fernando Godoy le obligarán a meter mano en el banco, donde el paraguayo Rodrigo Burgos (el más ovacionado cuando se anunció el equipo en el Kempes), pide pista a gritos.

Al margen de ello, otra cuestión atendible es que el fixture no se la hizo fácil en el arranque. Racing y River Plate, constituyeron una dura prueba, en un doble desafío sin antecedentes en su historia: jamás a Talleres le tocó abrir un torneo ante dos grandes.

Y la tercera fecha le reserva una visita a Colón, en un escenario extremadamente complicado donde sólo ganó dos veces en 13 presentaciones, la última hace 16 años (1-0 por el Clausura 2000).

Restan 49 puntos para llegar a los 50 añorados, una meta por demás alta, con el sello de Fassi, que no sólo le aseguraría la permanencia, sino también la chance de un ingreso a las copas.

La pelota recién comienza a rodar. Los avales siguen sobre la mesa.