Qué hay detrás del equipo estelar que domina la B Nacional y se encamina al regreso a la Primera División.

Los recuerdos se asemejan al presente de este increíble Talleres, invicto y cómodo puntero de la B Nacional. Hasta parece invencible. Como aquel Talleres de Angel Labruna, de 1974. El otro de Daniel Valencia y el Hacha Ludueña, del 76. O el del 77 cuando no pudo ser campeón contra Independiente, en aquella recordada definición con el Rojo (jugada en los primeros días de 1978) empatando con ocho hombres. El más cercano fue cuando le peleó el título a Boca, en la mismísima Bombonera o el campeón de la ya desaparecida Copa Conmebol. Después llegaron los años de crisis, quiebra mediante, con descensos y los años tristes del Federal A. Pero las tormentas pasan y llegan los momentos felices. El ascenso a la B Nacional y éste presente que parece tener ir camino al inexorable regreso a la elite. Talleres lleva una decena de puntos de ventaja sobre su escolta, hace 35 fechas que no pierde y en menos de un año puede haber conseguido el salto del Federal A a la Primera División.

Desde que asumió la conducción técnica del equipo, Frank Darío Kudelka solo perdió un solo partido de local y marcha invicto de visitante. Y el éxito deportivo se emparenta con la bonanza. Ahora cosechó 36 mil socios (inédito en Córdoba) y el 22 de mayo se hará una asamblea en el estadio Orfeo con casi 15 mil, en la que se propondrá modificar el estatuto para que los dirigentes sean responsables con su patrimonio de lo que hagan en su paso por la institución.

El equipo, de paso avasallante, convoca siempre multitudes cuando juega en el estadio Mario Kempes. El sábado, frente a Estudiantes de San Luis hubo más de 40 mil, pese a que se jugó a las 21 con poco más de diez grados de temperatura. Y la directiva aplica un reglamento especial para socios e hinchas que van a la cancha: quien realiza desmanes no puede ingresar más al Kempes ni a ninguna dependencia del club. Uno de ellos, en el partido con Instituto, ingreso para saludar al futbolista Rodrigo Burgos y fue expulsado de por vida.

Al dinero generado por masa societaria y recaudaciones hay que agregarle el rédito que logró por derechos de formación de Javier Pastore (acaba de cobrar unos cien mil euros). Y su camiseta comparte el auspicio del BBVA Banco Francés con Boca y River, nada menos.

En los contratos de jugadores, Talleres supera largamente a varios de Primera División. Los tres que más cobran están por encima de los 500 mil pesos mensuales (entre préstamo, sueldos y premios). Fue al enterarse de estas suculentas remuneraciones que varios jugadores de Belgrano se quejaron ante el presidente Armando Pérez por considerar que ellos, en Primera, estaban por debajo de lo que cobraban futbolistas de Segunda. Incluso, si consigue el ascenso, la T cobrará más que Belgrano por derechos de televisión, al haber sido campeón de un torneo internacional El cómodo puntero del torneo tiene como estandarte a Pablo Guiñazú, quien a los 37 años le puso fin a su peregrinaje por el exterior (venía de Vasco da Gama) y rechazó ofertas de equipos de Primera para ir a Talleres. Pero su nómina estelar no se queda allí: Mauricio Caranta eligió jugar en la B Nacional antes que la Copa Libertadores con Central. También se destaca la presencia del volante Hernán Encina. Y emergió una joyita en este semestre: es el delantero Nazareno Solís (23 años), nacido en Campana que hizo las Inferiores en Villa Dálmine, tuvo un fugaz paso por el fútbol chileno e integra la lista que Gerardo Martino piensa llevar con la Selección a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Solís, con seis gritos, es el goleador de un equipo que hasta ahora sólo no convirtió en un partido (0 a 0 contra Almagro) de los 15 que lleva disputados, con un total de 25 conquistas.

El dirigente detrás del equipo se llama Andrés Fassi. Este cordobés fue preparador físico en el cuerpo técnico de Roberto Saporiti en Belgrano y en San Lorenzo, y con el Sapo llegó a México, país que eligió para residencia. De hecho, en aquel país es vicepresidente deportivo del Pachuca. Con el apoyo de los Tuzos quiso gerenciar a Talleres en 2009. No lo consiguió. Y llegó a la presidencia de la T en 2014, cuando ganó las elecciones que se celebraron después de que se levantara la quiebra que tuvo al club manejado por la Justicia durante una década. Se cree que hay apoyo económico de Pachuca en este reverdecer de Talleres, incluso haciéndose cargo del contrato de algunos jugadores, aunque la propia dirigencia lo desmienta.

La actual conducción del club mantiene alejada a la barrabrava, conocida como la Fiel, que en 2013 fuera insólitamente distinguida por la Legislatura cordobesa "por su compromiso para erradicar la violencia en el fútbol". Lo insólito es que pocos meses más tarde, varios de sus integrantes fueron acusados por el asesinato de un joven (Jonathan Villegas) en un balneario de Carlos Paz, y en el juicio oral que finalizó a fines de abril fue condenado a 12 años de prisión uno de ellos, Marcos Castillo. También directivos del club denunciaron haber sido golpeados y robados por estos barras. En los últimos partidos, algunos fueron a la cancha disfrazados de personajes de Chespirito, como El Chavo o Don Ramón, para satirizar el contacto de Fassi con el Pachuca.

La presencia de Fassi también generó controversia e incluso un dirigente lo comparó con el narcotráfico por su vinculación con el fútbol mexicano. Fue cuando Talleres se quedó con un jugador de Textil Mandiyú de Corrientes (Aldo Araujo) y el titular de ese club, Jorge Abib, dijo que "la gente que maneja Talleres tiene conductas narcos". Pero después no se volvió a hablar del tema.

Además de la apuesta por nombres rutilantes, también se armó un equipo de trabajo fuerte en las Inferiores. Entre sus referentes están Carlos Trucco, aquel arquero nacionalizado boliviano, y ex jugadores del club como Adrián Avalos y Gustavo Lillo. Así, Kudelka ya hizo debutar a algunos en primera. También se mantiene la memoria, tanto que previo a cada partido de local se realiza el reconocimiento a viejas glorias; ya pasaron José Daniel Valencia, Daniel Willington, Ludueña, Héctor Artico, Luis Galván, Héctor Baley y Chupete Guerini, entre otros.

Hay ilusión en la Córdoba hincha de Talleres. Y furor, tanto que cuando se lanzó la nueva camiseta, en marzo, sólo en el primer día se vendieron mil. Así, la T apuntala su sueño cada vez más cercano de Primera División.