Clara del Valle, madre de Victorio Ramis, nos abrió la puerta a su intimidad familiar para contarnos detalles de la personalidad del “Pipe” cuando era chico. Travesuras, platos favoritos, la escuela, todo sobre el héroe del ascenso de Talleres.

Un núcleo familiar unido, un amor incondicional entre todos sus miembros, pasión por la pelota pero sobre todo, saber enfrentar a las adversidades. Y nunca bajar los brazos. Esa es la característica principal que distingue a la familia Ramis, que todavía sigue delirando y festejando a más no poder el gol de Victorio (21 años) en Formosa, que le otorgó el ascenso a Talleres a la B Nacional. De todas formas, más allá de las declaraciones sentimentales de los integrantes, era importante conocer a su madre, Clara del Valle Ibarra, quien describió algunos detalles de la personalidad del “Pipe”. “Acabo de llegar a casa. Fue un viaje largo, fui con mi hija y la madre de (Víctor) Beraldi. Casi 15 horas hasta Formosa, me dejaron en la terminal de Villa María, nos tomamos un micro y después un taxi. Pero todo este trajín valió la pena, lo vivo y lo disfruto como nunca”, le dijo a PODIO. Clara explicó que pudo trasladarse hasta la provincia del litoral porque se encontraba en buen estado de salud, ya que una enfermedad muchas veces la deja casi inmovilizada. La familia de Victoria se compone además con su padre Eduardo, y sus hermanos Andrés (30) y Romina (25).

- ¿Cómo era “Pipe” de chico?
- Tremendo pero muy buenito. Jugaba mucho con mi hermano César, porque nosotros trabajábamos y se hacían compinches. Era callado, respetuoso aunque también tenía sus momentos. Se portaba bien, con travesuras como todo chico.

- ¿Le gustaba jugar a la pelota solamente o también con los autitos, por ejemplo?
- ¡La pelota! Todo el santo día pateando y pateando. Con su tío eran inseparables. Se ponían a jugar hasta en la cocina de casa. ¡Se cansaron de romperme adornos a pelotazos! Las veces que llegaba a casa y encontraba pedazos rotos debajo de los muebles, porque no sabían esconderlos. Eran inocentes, me acuerdo y me río sola.

- ¿Tenía algún plato favorito?
- Sí, las milanesas con papas fritas. Le encantaban. Me dice que soy la mejor cocinera del mundo. Cuando empezó a meterse fuerte en el fútbol, empezó a combinar más con las pastas, evitar un poco las frituras. Ahroa come ensaladas y de vez en cuando un lomito. Se cuida mucho.

- ¿Era buen alumno o tenía momentos?
- Al contrario, se había comprado a toda la escuela. Nunca pero nunca me llamaron del colegio para decirme algo malo de su conducta o sus notas. Le gustaba mucho Geografía. Era buenito. Iba al ‘Santa Infancia’. Estudiaba hasta ahí nomás. Era responsable pero siempre tuvo en claro que el fútbol era lo suyo. Y de ahí muchas veces nos íbamos a entrenar. Te cuento algo: cuando era muy niño, iba al jardín de infantes y no se quería quedar. Y entonces mi hermano lo acompañaba y se quedaba con él. Se quedaba en el mástil, le daba un alfajor como para que no piense en irse.

- ¿Cómo vivieron aquellos momentos cuando se lesionaba, no era tenido en cuenta y que después vivieran el gol del ascenso en primera persona?
- Yo le sugiero que esté atento y se prepare siempre, el fútbol no siempre todo es lindo. Lo acompañamos mucho cuando estaba mal anímicamente, buscamos despejarlo, para levantarle la moral. Pero en esta casa siempre se luchó, nunca bajamos los brazos y lo digo en muchos sentidos de la vida. Porque la tuvimos que pelear en todos los aspectos imaginables. Cuando metió el gol en Formosa, después de llorar, lo quise llamar a mi marido, que se quedó en Córdoba. No tenía señal. Pero fue como que todos nos encontramos en la cancha para acompañarlo en este momento de gloria. Acá la remamos todos los días y “Pipe” aprendió eso, a no abandonar nunca una batalla. Por eso disfruto su presente en Talleres.

“La pelota lo busca a él”


Por Daniel Albornós. Ex futbolista, ex DT de Ramis en la 1º local.

Lo de Victorio Ramis no sorprende porque fue pura perseverancia y ahora está recogiendo los frutos de tanto trabajo. Pocos saben que estuvo a punto de irse, en 2012, por muchas cuestiones que tiene el fútbol. No tenía mucho lugar para jugar pero después explotó con todo. Aprovechó sus chances. Recuerdo que no venía jugando, yo lo tuve en la Primera Local, lo puse un partido ante Huracán de La France de titular y metió tres goles. Como que a partir de ahí, nada lo detuvo.

Siempre fue centrado. Se fue formando humana y deportivamente, al punto de que hoy ya no afloja más. Evoluciona todos los meses.

Y eso que cuando se vino a probar era volante derecho. El profesor Santiago Gigena le sugirió que jugara unos metros más arriba y se terminó de adaptar a la función donde mejor rinde. Definidor nato. La pelota lo busca a él.

“Ramis es de exportación”


Por Julio Ceballos. Ex entrenador de Ramis en inferiores.

Me pone muy feliz que haya aportado el gol del ascenso. Es el goleador histórico en los últimos seis años y creo que sigue pagando la adaptación de subir al plantel superior, sin embargo, veo que se está consolidando con mucha autoridad. Nosotros lo utilizábamos como nueve de área, referente en ese lugar, pero demostró que puede hacer también por las bandas. Yo creo que está en la edad justa para dar el salto.

Tuvo complicaciones con algunas lesiones, quizás por ansiedad, o porque debía amoldarse a las exigencias de un entrenamiento de Liga con uno profesional. Creció en potencia física, te lleva por delante ahora, yo creo que puede tener en pocos meses nivel de Primera.

Es un gran tipo, tiene una familia bien constituida,. Junto a Araujo, son los mejores proyecciones que tiene Talleres, no obstante, al “Pipe” lo veo con futuro de exportación.