Redobla apuesta. Quiere ascender en el club al que volvió tras 11 años. Al medio, su historia en Racing y una denuncia por intento de soborno.

Rodrigo López era un pibe del que se hablaba bastante en el semillero de Talleres. Tanto como la anécdota que dio lugar a su reclutamiento. “En Jesús María se jugaba un torneo de selecciones provinciales y yo jugaba para la de Río Cuarto. Soy de ahí. Ganamos la final y la jugué, aunque era suplente. Me vieron Mario Ballarino y los dos Coleoni. Ahí empecé mi historia con Talleres. Un 25 de enero de 2000. Era un paso grande. Tenía 16 años”, recuerda el defensor, que volvió a “la T” en 2014, después de 11 años y quiere darse el gusto de ascender. “El Burro” no ve las horas de que llegue el partido ante Unión de Sunchales. “El parate fue obligado, pero el futbolista siempre quiere jugar y que haya revancha al otro día”, dice Rodrigo López (30 años).

–¿Cómo está Talleres?
– Bien. Levantando cabeza en lo futbolístico. Como se esperaba. Estamos con ansias de poder ganar el primer partido en el reducido que nos permita estar más arriba.

– ¿Talleres no pudo ganar solamente porque no convirtió?
– En el primer tiempo ante Defensores de Belgrano no se jugó bien y, luego, no pudimos ganarle. Ante San Martín de Tucumán fuimos superiores y no se dio. Ellos no crearon nada. Pero estamos ahí. Solamente a dos puntos. Si seguimos levantando, lograremos los resultados.

– ¿Talleres es candidato o eso se construye partido a partido?
– Por la historia que tiene Talleres, debe ser candidato. Pero no podemos decir que Talleres está ascendido porque esto es partido a partido y hay obstáculos que superar. Somos candidatos, pero hay que superar a los rivales que tienen el mismo objetivo.

– ¿Cuáles son las obstáculos más determinantes?
– Lo que no hacemos y lo que produce el rival. Pero sabemos que depende de nosotros y de nadie más. Sabemos de los jugadores de buen pie que tenemos y que para los rivales, jugar con Talleres es el partido de sus vidas.

– ¿Cómo es tu diálogo con el DT?
– Uno siempre trabaja para tener la oportunidad. Creo que las veces en las que me tocó jugar estuve a la altura de las circunstancias. No debe verse un altibajo entre el que juega y el que no. Ahora, las decisiones las toma el entrenador. Kudelka decide quién juega y quién no. Si me toca jugar, lo haré de la mejor manera y sino alentaré desde afuera. Eso también es importante. Acá ganamos y perdemos todos. Estamos en el mismo barco y tirando para el mismo lado.

Se formó, se fue y volvió

Rodrigo López fue promovido al plantel profesional y, luego, pasó a integrar distintos grupos que fueron ofrecidos al empresario Jorge Petrone para devolverle sus aportes o como garantía. Sin debutar, se terminó yendo a Sportivo Belgrano de la mano de Carlos Granero, iniciando un periplo por varios clubes hasta que el año pasado volvió al club. El debut fue ante Atlético de Rafaela por Copa Argentina.

– ¿Cambió el Mundo Talleres?
– Ja. Siempre tenía la esperanza de volver y encontrar al club como está ahora. Cambió un 100 por 100 desde que me fui. Jugué en las inferiores de AFA fue lo mejor que me pasó acá y, ahora, de regreso, disfruto de Talleres. Puedo defender su camiseta como soñé desde el primer día. Dejo todo. Volví el año pasado con Sergio Coleoni que estaba de ayudante de Jorge Ghiso. También dio buenas referencias Ballarino, que era el mánager.

– ¿Conocías que podías ser de un empresario?
– ¿Petrone? No sé. Era jugador de Atalaya y me prestaban a Talleres para evitar las inhibiciones. Algo así era. A mediados de 2003 me fui a Sportivo Belgrano; luego, pasé dos años a Racing de Avellaneda; estuve un año en Antoniana; volví a Sportivo y de ahí a Racing de Nueva Italia por cuatro años. Pasé por Gimnasia y Tiro y volví a Talleres.

– En Racing fuiste reconocido...
– Hubo momentos buenos y malos. Pero los buenos fueron más.

– Se enojaron con una derrota con Talleres y pidieron que se fueran varios jugadores; luego, te pusieron de ejemplo al denunciar intento de soborno de Juventud Unida de San Luis...
– Fueron varias veces las que me hablaron. Siempre hablé con el DT y, luego, con el presidente. El día de la denuncia estuve declarando hasta las dos de la mañana, en la Central de Policía. Dije todo y cómo. Cuando fuimos a San Luis, los ánimos estaban un poco alterados. Pero no pasó nada. Hice lo justo. Tengo una gran familia atrás. De la que salí y la que formé con Flavia y mis hijos Lucas, Leandro y Mía.

– A veces no se dice nada...
– Sí. Pero yo hice lo mejor para el club y para mí. En cuanto a los partidos contra Talleres, para Racing son clásicos. Hubo un partido que no fue el mejor y querían sacar a compañeros. Yo con el entonces presidente Antonio Ruiz, jamás tuve un encontronazo como se dice por ahí. Cuando me fui de Racing, lo hice con todo pago. Ahora me queda pendiente ascender con Talleres. El año pasado faltó poco. Vamos por la revancha. La quiero. Nos quedamos con el sabor amargo.

Albiazules


Con todo. Santiago Raymonda ya se entrena con normalidad tras algunas molestias en las cervicales. Victorio Ramis y Sebastián Ereros podrían estar disponibles para el juego con Unión, a jugarse el lunes, a las 16, en Sunchales. Marcos Godoy arrastra una lesión de rodilla.

1.700. Serían las entradas disponibles para los hinchas que viajarán a Santa Fe.