Roberto Saporiti tuvo cinco ciclos en Talleres, donde pasó de los gerenciamientos de Carlos Granero y Carlos Ahumada, hasta el proceso de la Fundación Azul y Blanco, en 2009. Y opinó de todos esos procesos, hasta augurar un porvenir al actual presidente, Andrés Fassi, de quien se declaró amigo y consejero. “Me fui de Talleres en 2006 porque noté que Granero no me escuchaba. Le ganamos el clásico a Instituto, quedamos a dos puntos del puntero Olimpo, y me harté. Yo tengo mi carácter. Y eso que estuvimos a punto de ascender”, declaró recordando la última fecha ante Nueva Chicago. “Ese partido lo tendríamos que haber jugado en cancha de Instituto y no en el Chateau”, rememora. “El césped estaba destrozado porque no se a quién se le ocurrió que se podría correr un tramo del Rally en el campo de juego”.

Sobre Ahumada sostuvo: “No tendría que haber aceptado venir. Me ganó la tentación de dirigir a un grande y salvarlo. Se fue dos meses y no podía armar al equipo. No lo volví a saludar, ni cuando era presidente. Me falló”.

Rescató la labor de la Fundación en ese entonces, y elogió a Fassi: “Lo tuve en Talleres y San Lorenzo. Es muy inteligente. En cuatro años Talleres va a recuperar su identidad. En Pachuca, Fassi logró cosas increíbles. No tengo dudas que va a volver el pueblo ‘Tallarín’ a Primera”.