La barra de Talleres no estuvo en la popular Willington, y se los pudo apreciar en el primer tiempo en la parte baja de la Ardiles. Controversias con Cosedepro, y pase de facturas en el tintero.

El cerco en la popular “Willington” se mantuvo inmutable durante los 90 minutos. No banderas, ni bombos, ni redoblantes. La tribuna de Talleres otra vez dio la nota, no por un episodio de violencia en este caso, pero sí con su singular forma de protesta. Esta vez, la barra de La Fiel presenció el partido en la platea Ardiles. En la parte baja, cercano a la tribuna local, se pudo apreciar a sus cabecillas. Sin camisetas ni portando nada de color, a modo de asamblea por las diferencias o no aceptación del código de hincha, con el Cosedepro y la Policía local.

“Compraron sus entradas, está permitido. Son socios categoría popular”, acotó un seguridad de Talleres, quien manifestó que estuvieron custodiados, y en el entretiempo, no regresaron a esa ubicación. “No se dijo la verdad. Pueden entrar con banderas, bombos, trapos largos, sin inconvenientes. Es una cuestión de ellos. Lo único que no tienen permitido es el ingreso con telones gigantes que tapen la visual de la gente”, agregaron.

¿Pase de facturas? Otra de las versiones que circularon en el estadio, tiene que ver con algún pase de facturas de Cosedepro y Agencia Córdoba Deportes, ya que Talleres todavía no abonó los arreglos de los cristales rotos por su hinchada, tras la final perdida contra Gimnasia de Mendoza en diciembre pasado. “El club puede solicitar restricciones en los accesos sólo al Cosedepro. Talleres nos salteó y directamente negoció con la policía para dejar pasar banderas”, había declarado Ricardo Baffaro, tesorero de la Liga Cordobesa de Fútbol, en el programa “Talleres Soy” de Radio Impacto. Calentito el panorama.