De primera. Leo Madelón ascendió con Unión. Hace 10 años, se iba mal de la T. “Me alegra que se haya acomodado, le cuesta lo deportivo”, opinó.

A diez años de un mal trago, el fútbol lo condecoró con un ascenso para la historia. En julio de 2014, Leonardo Madelón asumía en un Talleres en shock por haber perdido la categoría días antes, en una impensada Reválida contra Argentinos Juniors, que inició un derrumbe deportivo albiazul, con la quiebra inmediata. La década perdida de Talleres. Sin embargo, Madelón llegó a barrio Jardín con la intención de sacarlo del pozo. El panorama era desolador y en octubre, desbordado, agobiado por los problemas económicos y la falta de resultados en la cancha, dejó el cargo.

Diez años después, mientras Talleres emerge en lo deportivo como ya lo hizo de la quiebra institucional, Madelón (51 años) obtuvo el ascenso con Unión de Santa Fe, el primero de los 10 otorgados a Primera por la AFA. Hilvanó un récord de ocho victorias sucesivas y colocó al Tatengue como el mejor equipo de la B Nacional, de las dos zonas. Y se dio otro gustazo. Ascendió con Unión como técnico, como lo había hecho como jugador, allá por 1989, en un inolvidable choque con Colón, nada menos. Único caso en la historia Tatengue. “La felicidad es completa. Era un torneo corto y agresivo, y había que estar atento a todo el plantel. Metimos una seguidilla de victorias en la segunda rueda y así aseguramos el ascenso, con un récord de triunfos. Lo resolvimos rápido”, destacó el DT sobre el ascenso de Unión.

Más allá de su presente ganador en Santa Fe (incluso, figura en la lista de candidatos para dirigir Rosario Central tras la salida de Miguel Russo), Madelón no olvida aquellos primeros pasos como DT al frente de Talleres.

“Cuando fui a dirigirlo era para ascender. La situación lo hizo imposible. El descenso había agravado los problemas económicos y fue muy difícil armar el plantel y trabajar con normalidad. No había ni dónde entrenar. Todo muy triste. Yo tenía que pagarme el hotel, ahí cerca de la terminal, y pasé cuatro meses sin cobrar”, rememoró.

–¿Estás al tanto de que el club volvió a manos de los socios?
–Sí, porque soy hincha de los equipos que dirigí. Talleres es un gigante anestesiado, le costo ordenarse y ahora le cuesta en lo deportivo. Pero siempre lo sigo. La otra vez, cuando jugó con Libertad, metió 50 mil personas. Se los conté a mis jugadores y no lo creían.

–Salvo Juan Pablo Avendaño, que estuvo acá y ahora ascendió con ustedes...
–Con el Pata hablamos mucho. Le comenté que en la temporada pasada los miraba mucho porque Unión agarraba el rival que dejaba Talleres. El Pata ama al club y sabe que está en deuda, le gustaría tener una revancha y a las buenas personas se les da. Acá sabía que no era prioridad en el equipo y apoyó desde afuera, siempre.

–¿Nunca te tentaron para volver?
–A donde fui a dirigir dejé puertas abiertas. Me alegra que Talleres se haya acomodado, y también que Belgrano se asentara en Primera. Córdoba es una plaza fuerte y si sus clubes andan bien, se refleja en la sociedad. Siempre está la posibilidad de volver.

Ascenso

Ex jugador de San Lorenzo, Leonardo Carol Madelón nación en Caferatta (Santa Fe) el 25 de enero de 1963. Se retiró en Rosario Central, club al que dirigió (perdió la categoría en 2019) al igual que a Talleres (cuatro meses en 2004), Nueva Chicago, Gimnasia de La Plata (lo salvó en la Promoción 2009) y Quilmes, entre otros. Además, fue técnico alterno de Ariel Cuffaro Russo en Instituto, en 2006. Ascendió con Olimpo a Primera en la temporada 2006-07 y en esta temporada con Unión de Santa Fe.

“Pusimos al Chino Romero de titular”

Poco después de la mala experiencia en Talleres, Leonardo Madelón cambió de barrio y recaló en Alta Córdoba. “Estaba sin laburo y Ariel Cuffaro Russo me dijo: ‘vení a darme una mano en Instituto’. Era una parada difícil, la de mantener al equipo en Primera, y no lo pudimos sacar adelante. Por esas cosas del fútbol, después fui a Olimpo y conseguimos un ascenso que para mí es inolvidable, por ser mi primer logro como DT”, resaltó Madelón.

De su paso por Instituto, rescató un par de perlas. “Recuerdo al Chino Silvio Romero, que estaba en el plantel y lo pusimos en un par de partidos. Un delantero tremendo”.

Madelón guarda un grato recuerdo de la Gloria, y se entusiasmó con la campaña del 2012, cuando estuvo ahí de ascender. “Tocó picos altos con (Darío) Franco. Le faltó coronarlo con el ascenso, cuando algunos ya descorchaban champaña, y se derrumbó por la falta de equilibrio dirigencial. Al que le corresponda, que se ponga el saco. Ojalá pueda ordenarse porque es un club con gran potencial, capaz de promover jugadores como Romero y (Paulo) Dybala”, completó Madelón.