En dos años de gestión, Sialle aún no promocionó inferiores. La presión y obligación de ascender fue un condicionante. ¿Hay política deportiva?

El DT de Talleres, Arnaldo Sialle, va a cumplir dos años de gestión al frente del club, con logros importantes como el ascenso del Argentino A, a la B Nacional, con todo el sufrimiento y el mérito que eso significó para el pueblo albiazul. Un pergamino que quedará en las vitrinas y que además es símbolo del resurgimiento deportivo de la institución, tras años de ostracismo. De todas maneras, en el marco de un proyecto deportivo que también busca sembrar las bases y enaltecer la cantera propia, el dato estadístico indica que “Cacho” no hizo debutar ningún juvenil desde 2011 a 2013. Varias conjeturas pueden tejerse a favor y en contra de esta circunstancia, motivos de análisis que muchas veces suena polémico pero que también se puede justificar en las prioridades de los objetivos deportivos.

Presión. Sialle asumió en medio de un Talleres “incendiado”, tras el fracaso de la conducción de José María Bianco en noviembre de 2011. Así y todo, se metió casi por la ventana al Nonagonal final y estuvo a dos cruces de disputar la Promoción contra un equipo de la B Nacional. En medio de ese clima, la justificación indica que la presión por ascender muchas veces hace que la apuesta sea para jugadores de experiencia, sobre todo en una categoría con más oficio que juego. En la temporada siguiente, armó un plantel competitivo con la obligación de ascender y terminó cumpliendo el objetivo de ascenso. Era la prioridad sin lugar a dudas en el aspecto deportivo, por lo que en ese proceso, “Cacho” tampoco improvisó en ningún sentido. Más allá de que llevó a varios juveniles a las pretemporadas, sólo dos tuvieron la chance de estar en el banco de suplentes: actualmente Federico Costa (por lesión de Diego Aguiar) y Lucas Molina (Central Norte). ¿A qué se debe? ¿Falta una política deportiva? En muchos casos, se entiende con el alerta de no “quemar” a los pibes, quienes suelen debutar en partidos complicados y después son “colgados”, por no tener una base importante de inferiores o porque no cumplieron las expectativas. Nervios y presión también es un condicionante. Talleres necesitaba ascender y Sialle no apostó a juveniles.

Sin inferiores. El Albiazul descendió en 2009 y se quedó sin participar en inferiores de AFA y eso lo castigó con varias “fugas”. Tuvo que rearmarse tras la salida de los gerenciamientos y arrancar de cero con lo que había disponible. Se trajo a Héctor Chazarreta como coordinador de divisiones inferiores (llegaba de San Martín de Tucumán) y hubo resultados deportivos. Chazarreta ahora es ayudante de campo de Sialle, y no hubo, hasta el momento, inserción de juveniles en el plantel superior.

Política deportiva. En proceso de quiebra, muchos clubes salieron adelante con venta de jugadores propios. Talleres cuenta en el primer equipo con valores de la cantera, sin embargo, no fue necesaria la venta de ninguno, puesto que hubo otros recursos a mano para evitar el riesgo de liquidación y pagar gran parte de la deuda. Hay valores como Cristian Pavón, Julián Navalón, Lucas Molina, Fabio Alvarez (defensor) y Victorio Ramis, entre otros.

La quiebra. Talleres debería en abril de 2014 cerca de cuatro millones de pesos. ¿Cómo se afrontarían, en virtud de la intención de concretar elecciones en junio de 2014 y levantar la quiebra? En caso de que no se cobren los tres millones de pesos por Derechos de Formación de Javier Pastore (pase de Huracán a Palermo de Italia), dependerá de la venta de un jugador, que podría ser Guillermo Cosaro, Gabriel Carabajal u otro futbolista (Agustín Díaz, Sebastián Navarro, Nicolás Trulls, Fabio Álvarez, Nery Leyes o Pavón). ¿Está fallando la política deportiva del club? Depende de la óptica. Talleres ascendió a la B Nacional, volverá a participar en inferiores de AFA y se volverá a nutrir y fortalecer en el semillero, gracias a ese logro. La prioridad el año pasado era ascender y no se quiso improvisar en pos de esa meta, que se cumplió con eficacia. Pero también hay que cumplir otros aspectos para que la recuperación del club sea integral. Ergo, para pagar la quiebra, se necesita incrementar el patrimonio de jugadores y a pesar de que hay algunos “retoños”, se cumplen dos años sin que un un juvenil debute en Talleres, y no deja de llamar la atención.

El último: Masena; Carabajal sobrevive. El último juvenil en debutar en Talleres fue el defensor Jorge Masena, ante Juventud Antoniana. Sucedió el 6 de noviembre de 2001, con derrota 2 a 1, y que le costó el cargo a José María Bianco, entrenador que le dio bautismo profesional.

Hoy, Masena figura a préstamo en Guillermo Brown de Puerto Madryn. El único acierto del “Chaucha” en materia de proyecto deportivo fue hacer debutar al volante Gabriel Carabajal ante Sportivo Belgrano de San Francisco (allá por el 04/08/2011), y es hoy el producto más vendible, al punto que Godoy Cruz de Mendoza estuvo cerca de incorporarlo a inicios de temporada. ¿Martín Palermo hará otro nuevo intento?

Pavón, ¿el primero? De la cantera de Talleres, es el delantero Cristian Pavón quien tendría mayores chances de debutar en la B Nacional, y ser el primero de la “era Sialle”. Pavón hoy se encuentra afectado al seleccionado argentino Sub-17, disputando el Mundial de la categoría en Emiratos Árabes Unidos, y es la máxima promesa Albiazul. Incluso fue pretendido por varios clubes de Primera División y su representante, Fernando Hidalgo, lo tuvo en la mira desde que tenía 16 años. Hoy tiene contrato con el club, figura en lista de Buena Fe y es la “joya” de las inferiores. Victorio Ramis, Julián Navalón, Fabio Álvarez, Federico Costa, Lucas Molina, son otros valores que piden cancha y una oportunidad, que, al fin y al cabo, engrosarán el patrimonio del club solo si tienen ritmo y acción.

Tres fechas para Klusener. El delantero Gonzalo Klusener, expulsado ante Patronato, recibió tres fechas de sanción por parte del Tribunal de Disciplina. “Codazo con pelota y reincidencia” fue el cargo.