“El Tanque”, contra la “T”. El “9” jugará mañana para Douglas Haig. Tiene un buen recuerdo de su paso en el Albiazul, donde hizo 14 tantos.

Héctor Cuevas se cruza con Talleres. Hoy es el “9” de Douglas Haig, en 2007/2008 fue el goleador de un equipo que se sostuvo en la B Nacional gracias a un tanto suyo en el 1-1, en la vuelta de la promoción contra Racing, el club en el que había explotado. Estaba para seguir, pero la concesionaria Ateliers de Ahumada lo “cortó” y Belgrano lo compró antes de que se fuera a San Martín de Tucumán. “Será un partido especial. Tuve un paso especial por Talleres. Es un partido importante para el equipo que necesita sumar tres puntos. Son especiales y más cuando a uno le fue bien. Lo tomo así”, dijo “el Tanque”.

– Peinada de Cuevas, gol de Borghello para la “T” en aquel recordado gol a Belgrano en un Kempes sólo con hinchas celestes. ¿Fue la mejor dupla que hiciste?
–Aquel partido... Hicimos una buena dupla ese año, pero no fue tan positivo en cuanto al objetivo que nos habíamos planteado. En lo personal fue muy bueno. Conservo aún la amistad con Iván.

–Tras el partido de ida de esa reválida con Racing, el DT de ese entonces Humberto Grondona se opuso a la decisión de Ahumada que no quería que jugaran vos, Borghello y Quiroga...
–Fue un momento feo. La gente que manejaba al club en ese momento causó malestar al vicio, diciendo que con Borghello y Quiroga íbamos a ir para atrás. Ellos, porque se iban a ir del club y yo, porque era de Racing. La gente que manejaba al club ya sabemos qué daño le causó.

–Hiciste el gol del 1­1 que aseguró la permanencia y te “cortaron...”
–Yo iba a seguir en Talleres. Pero Ahumada decidió no contar conmigo. Había sido el goleador. Me basureó. No pudimos seguir. Quedé sin club. Apareció Belgrano y me compró el pase.

–Hiciste más goles en Talleres (40 juegos; 14 tantos en 2007/ 2008), pero se te recuerda mejor en Belgrano (78 juegos; 9 goles de 2008 a 2011). ¿Es así?
–Sí. En Belgrano hice nueve goles, pero hubo muchos partidos en los que no tuve continuidad y lo terminé pagando. La gente te recuerda porque uno se entrega siempre. En la parte grupal se logró el objetivo. Me fui habiendo ascendido con el equipo. Ese es el recuerdo que le queda al hincha.

– En tu Twitter hay una foto con una camiseta de Belgrano. ¿Recordás mejor tu paso por ahí?
– No. Es circunstancial. Uno sabe dónde dejó una huella y dónde no. En Talleres lo hice. Si no la hubiera dejado la gente no me diría nada por la calle. No te recuerdan cuando no hiciste nada. Dejé una marca. Y eso le queda al jugador.

–Si le convertís, ¿lo gritás?
–Los goles son para gritarse.

–A igualdad de propuestas y categoría ¿volverías a Talleres, a Belgrano o a Racing?
–No sé. Soy jugador de Belgrano, pero ahí el ciclo está cerrado.