El receso duró nueve días para el equipo de Sialle. Como está a cinco puntos de la clasificación y quedan siete juegos, arrancó antes que cualquier equipo afista y sumó sus dos refuerzos: Olivera y Ballestero.

En otros años, a esta altura, los planteles de Talleres andaban distendidos, relajados. De vacaciones, sí. Sol, bronceador, mar o sierras conformaban la escenografía sobre la que se movían los jugadores que representaban a la “T”.

Que Talleres no haya llegado a nada en los dos torneos Argentino anteriores y que en el actual corra riesgo su clasificación al undecagonal final hizo que el panorama cambiara. Esos cinco puntos que lo separan de Racing de Nueva Italia y Central Córdoba, los últimos en entrar entre los seis primeros y cuando faltan siete partidos de la rueda clasificatoria, hicieron que el receso veraniego durara sólo nueve días.

Y que antes de eso, el Fondo de Inversión cuestionara duramente al plantel en uno de los entrenamientos previos al parate.

“Hay que aprovechar ese plus. El de haber seguido entrenando tras el partido ante Central Norte y ahora arrancar antes”, dijo Maximiliano Salas, el gerente deportivo albiazul, el referente del Fondo de Inversión que fue recibiendo a los futbolistas y fue el encargado de darle las buenas nuevas de Nicolás Ballestero y de Alexis Olivera.

Defensor y delantero fueron rubros que pidió el DT y que estarán a disposición para completar los entrenamientos previos a la partida a San Jorge, donde se hará la pretemporada desde el 2 de enero.

Lo cierto es que Talleres tuvo el receso más corto de todos y arrancó antes que ningún equipo afista. Cerró sus prácticas hace 10 días, arrancó ayer y reanudará el torneo el próximo 29 de enero como anfitrión de Gimnasia y Tiro de Salta, en el Estadio Mario Kempes.

Responsabilidad. “Sabemos de la responsabilidad que tenemos. Tendremos que estar a la altura”, dijo Sialle, el entrenador albiazul, cuya gestión lleva cinco partidos (una victoria y cuatro empates) en el Argentino A y uno más por Copa Argentina (eliminado por Colón).

“Logré hacer ocho goles, pero no fueron suficientes para mí, ni para el equipo. Esperemos mejorar en todos los aspectos. En lo físico, en lo futbolístico”, dijo Sebastián Sáez, el goleador albiazul, junto con Claudio Riaño que tiene siete. “Empezamos a trabajar antes que nadie. Es necesario.

Los jugadores del club, como todos, nos jugamos mucho. Hay que ponerse bien desde lo físico. Tengo que hacer los goles”, apuntó Claudio Francés.

Bajón físico. El bajón físico volvió a ser uno de los temas abordados por los jugadores en el retorno al trabajo. Una realidad que explotó en la era José María Bianco y que heredó el cuerpo técnico actual. Una condicionamiento sobre el que se trabajará en San Jorge ya que Talleres necesita ser protagonista para acceder a la clasificación.

Ese mismo bajón del que dio cuenta Mundo D, que alarmó a los integrantes del Fondo de Inversión Albiazul y que luego fue profundizado por las declaraciones de Julio Ferreyra quien dijo directamente que había que hacer un replanteo urgente.

Lo cierto es que el PF Adrián Navarro ordenará doble turno durante toda la semana, desde hoy. Por lo pronto, en la práctica de ayer, los jugadores debieron cubrir el trayecto de la Boutique al predio en sus vehículos porque no llegó el colectivo. “Hay que superar todo”, ironizaron varios futbolistas.