El empate conseguido ante Juventud Unida, en condición de visitante, fue como una palmeada en la espada. Es que el equipo de barrio Jardín venía de una tormenta futbolística y necesitaba un punto de apoyo. Por eso, la igualdad se vio con buenos ojos en vestuarios. A tal punto, que una vez todos adentro, hubo un aplauso sentido de todos los integrantes en clara señal de ánimos renovados.

Al menos, entre los actores principales, esa fue la sensación que se respiró. Después de tres derrotas consecutivas, en el debut de Gustavo Coleoni como técnico, todos sintieron un golpe de confianza.

El arquero Crivelli, una de las figuras lo explicó al término del partido: “Quisimos ganarlo y no pudimos. Tenemos que seguir con la misma actitud, presionando cerca del arco del adversario. Hoy tuvimos solidez defensiva más allá de algunas jugadas de riesgo que ellos nos generaron. Hoy se mejoró la imagen y tenemos que seguir por este camino”, cerró el 1.

Otro que habló fue el enganche Cristian Zárate, siempre sincero a la hora de declarar. “La verdad es que no me voy tan conforme. Pasa que tuvimos chances para ganarlo y nos faltó la puntada final. Pero como veníamos, el punto en condición de visitante nos fortalece, teníamos que volver a sumar”.

Pensando en lo que viene, el 10 expresó: “El miércoles (Talleres recibe a Desamparados) tenemos otra revancha y hay que ganar”.

A su vez, el capitán del equipo, Walter Ribonetto analizó la igualdad sin goles. “Tuvimos ordenados y con equilibrio.

Rescato la actitud del equipo y que haya querido ganar el partido”, cerró el defensor.