En el regreso a casa, la "T" venció 2 a 0 a Deportivo Maipú. Después del primer gol, el partido se terminó. Otra vez, la contundencia fue clave. Antes, se presentó la nueva camiseta.

El 2-0 final y la imagen de control que terminó ejerciendo Talleres durante el cuarto de hora final hacen pensar que el partido fue un trámite. Grosero error. Los tres puntos que ayer sumó la “T” deben cotizar a valor oro por todo lo que costó conseguirlos.

De hecho, hasta el entretiempo, los mendocinos de Maipú duplicaban al local en el rubro “tiros al arco”, aunque su mala puntería terminó siendo, en parte, responsable de la derrota.

Tal como le había sucedido en San Juan y también en Villa María, Talleres estuvo descompensado en la primera etapa. Con sus líneas demasiado separadas, los volantes de Maipú trabajaron con mucha comodidad a espaldas del medio campo albiazul. Fue ese déficit el que obligó a Gianunzio a jugar demasiado atrás, casi metido en la zaga.

Arzubialde no corregiría el planteo hasta el entretiempo. Pero, pese a lo poco que ofrecía su equipo, siempre estuvo vigente la sensación de que, cuando lastimara, lo haría sin contemplaciones. Incluso, Talleres estuvo muy cerca de irse al vestuario en ventaja, ya que Zárate lo tuvo dos veces en una misma jugada y Sacripanti dilapidó, al final de la etapa, la chance más clara del partido.

Antes, Maipú había manejado bien la pelota gracias a la contracción a la marca de sus volantes y a la inteligencia de Sebastián Coria. “El Pampero” trató de ponerse el equipo al hombro y lo logró en ese tramo del partido, aunque en más de una ocasión pecó de individualista y sus compañeros se lo reprocharon.

Un cabezazo de Dalpoggetto, después de un córner de Coria, se fue apenas desviado. Fue la más clara que tuvo Maipú. Y, para la polémica, quedó una clarísima infracción de Ribonetto (¿está para quedar como último hombre en una línea de tres?) sobre Coria en el área, que Boxler dejó sin sanción.

No era difícil suponer que, así dadas las cosas, la llave del partido podía estaría en una pelota detenida. Y, a poco de reiniciado el juego, la suposición se confirmó.

Por enésima vez, Zárate se hizo cargo de un tiro libre. El centro envenenado y frontal buscó la cabeza de Rezzónico, pero fue Dalpoggetto, en definitiva, quien terminó de impulsar el balón contra su propio arco: 1-0 para la “T”.

De allí al final, el partido fue otro. Anívole, en una corrida, casi mete el segundo al minuto de la apertura del marcador. Y, cuando Maipú amenazaba con acomodarse y reaccionar, llegó el segundo: excelente pared entre Aranda y Gianunzio y buena definición del ex volante de Aldosivi, pese al achique de Olguín.

Los mendocinos poblaron la cancha de delanteros, pero cualquier intento resultó ineficaz. Para los últimos 15 minutos, Arzubialde armó dos líneas de cuatro defensores y, lo que había comenzado varias horas antes como una fiesta, terminó de la misma manera.

Aunque su funcionamiento colectivo dejó algunas dudas, Talleres sabe que tiene poder de gol. Y, a eso, no hay con qué darle.

Síntesis

Talleres (2): Federico Crivelli 5, Gabriel Ruiz 5, Walter Ribonetto (c) 4, Juan P. Rezzónico 5, Fabio Pieters 5, Miguel Monay 5, Emiliano Gianunzio 6, Ignacio Anívole 5, Cristian Zárate 7, Lisandro Sacripanti 4 y Adrián Aranda 6. DT: Héctor ArzubialdeDeportivo Maipú (0): Oscar Olguín 5, Diego Dalpoggetto 4, Juan Tissera 5, Fernando Labaqué (c) 5, Ramiro Vélez 5, Enzo Imbesi 6, Víctor Benítez 5, Lucas Parisi 5, Sebastián Coria 6, Héctor Arrigo 6, Víctor Soto 5, DT: Carlos Sperdutti