Alberto Arzubialde, ayudante de campo de Talleres y hermano del DT, desmintió malestar con el plantel. “En lo deportivo nos podemos equivocar, en la parte humana, no fallamos”, expresó “Laucha”.

La vorágine del mundo Talleres desata versiones, malos entendidos, rumores y controversias, que se curan mágicamente con una victoria. Alberto Arzubialde, hermano y ayudante de campo del técnico albiazul, Héctor, habló con LA MAÑANA y aclaró su postura sobre las versiones que daban cuenta de un malestar del plantel y de algunos dirigentes con su trabajo. “Sabemos lo que es Talleres, y todo lo que genera. De todas maneras, quiero aclarar que en los aspectos deportivos, nos podemos equivocar, pero en donde nunca fallamos es en la parte humana. Las relaciones con los jugadores son sagradas para nosotros. Es lo primordial. Dos derrotas pueden desatar malestares, pero nunca nos permitiremos dejar de lado la faceta humana. Es lo más importante”, comentó el “Laucha”.

Los trascendidos indicaban algunas dudas con relación a las funciones de Alberto, quien además de ayudante de campo, tiene injerencia en la parte física, a cargo de Martín Audano. “Es mi primera experiencia como asistente técnico. Yo soy preparador físico. Por eso, mi rol también incluye planificaciones en ese rubro, que acordamos juntamente con Audano. No concibo que haya trabajos físicos sin pelota, por eso tratamos de combinarlos. Deben estar relacionados”, sostuvo.

Respecto a las lesiones del plantel, Arzubialde consideró que “hay eventualidades, no somos de hacer trabajos pesados antes de los partidos, creo que tomamos los recaudos necesarios para evitarlos, más allá de hechos fortuitos que son ajenos”.

“Laucha” se encargó de desmentir malas relaciones con los futbolistas. “Somos de privilegiar la parte humana ante todo. Es lógico que puede haber fastidio en los que tengan menos minutos de juego, por eso siempre estoy cerca de ellos para preguntarles su estado de ánimo, para tranquilizarlos en la medida que se pueda. Nunca excluyo a nadie. Al contrario, siempre les estoy encima. Repito: puedo fallar en los táctico, en lo futbolístico, pero en lo humano, no me equivoco, eso sería pecado”. Y finalizó con: “Nunca tuvimos complicaciones de ningún tipo. No tenemos arreglo, nadie tiene privilegio. Creo que nos manejamos con decencia, porque esos son los valores que pregonamos”.