Letal. A pesar de arrancar perdiendo, la T, vestido con la camiseta alternativa no tuvo piedad de Estudiantes (RC). Lo terminó goleando 5-1.

A Talleres no le hizo falta usar la camiseta histórica para golear a un equipo vestido de celeste, como su clásico rival. Con un color bordó que hizo recordar a las mejores tardes de la década del ‘90, la T goleó 5-1 a Estudiantes de Río Cuarto.

Arrancó perdiendo con gol de Nicolás Gatto pero apareció tres veces Claudio Riaño más los tantos de Guillermo Cosaro y Mateo Martinelli para decorar una goleada indiscutida.

Y desde el inicio, el que quiso llevarse por delante al rival fue Talleres. Presionó, ahogó y atosigó a los celestes. El dominio de los dirigidos por Héctor Arzubialde se basaba en la buena tarea de los volantes y la movilidad de los delanteros. Pero, en el mejor momento de la T, llegó la sorpresa del golazo de Gatto que, a los 20, se encontró mano a mano con Federico Crivelli y el goleador riocuartense definió con maestría. Los hinchas no podían creer lo que pasaba pero, a pesar del 0-1, siguieron alentando.

El desconcierto se apoderó de Talleres por un rato. El Imperio lo perdonó dos veces en dos contras desperdiciadas por el mismo Gatto. Y, a los 31, en el peor momento de los de barrio Jardín, apareció Riaño que parece tener un dios aparte porque metió el pie en un centro de Díaz que se iba a la tribuna para el 1-1. El gol del empate tranquilizó a los locales que volvieron a dominar. Y el premio lo cobró, otra vez, Riaño porque, un minuto antes del cierre del primer tiempo, metió su pierna derecha para corregir un cabezazo de Rezzónico para el 2-1. Así, la fiesta empezaba a ponerse linda para la T.

La coronación. En el arranque de la segunda mitad, Estudiantes quiso tomar las riendas. Pero lo del equipo de Río Cuarto fue muy livianito y nunca incomodó a Crivelli. Talleres no quiso tener problemas y se decidió a liquidar el pleito. A los 12, llegó el tercero: Pieters se la robó a Zapico en la puerta del área y el ex Gimnasia de Jujuy lo vio llegar solo a Riaño que volvió a inflar la red. Encima, seis minutos después, Gómez, volante derecho del equipo del Imperio se hizo expulsar y las cosas se les hicieron más fáciles a la T. Ya estaba todo casi dicho y sólo faltaba coronar la actuación con dos goles más.

Y esas dos frutillas del postre llegaron a los 37, con una pared construida desde el pie de Riaño para Cosaro y el defensor definió al primer palo para el 4-1. El 5° grito llegó sobre el final del partido después de una buena jugada del reaparecido Solferino que habilitó a Martinelli que empujó al gol. Así, con mucha tranquilidad y extrañamente vestido de bordó ante un equipo celeste, la T pudo desahogarse con una goleada. Un 5-1 que levanta el ánimo de los hinchas que ya están pensando en el clásico con Racing.

El 1x1 de la T

CRIVELLI (6). Nada que hacer en el gol. Luego, cumplió.
RIBONETTO (6). La firmeza de siempre y presencia ofensiva.
RUIZ (5). Se complicó al principio, mejoró después.
REZZÓNICO (6). Bien de arriba y seguro de abajo. Buena tarea.
PIETERS (8). Uno de los mejores. Tuvo una buena noche.
GIANUNZIO (6). Lo de siempre: Marcó, corrió y se sacrificó.
MONAY (6). Quitó mucho y casi siempre la jugó a un compañero.
ANÍVOLE (7). Por momentos, imparable por la izquierda.
DÍAZ (6). Apareció en cuenta gotas pero demostró su talento.
SACRIPANTI (7). Se movió bien en todo el frente de ataque.
RIAÑO (10). Hizo todo bien. Tres goles, casi hace otro. La figura.
COSARO (6). Cumplió con un gol.
SOLFERINO (5). Falto de fútbol, dio el pase en el último gol.
MARTINELLI (-). Selló el 5-1.