Sin sorpresas. La "T" empató con el "poeta" 0 a 0, en la Boutique, en un partido sin mayores emociones.

Era previsible. De acuerdo a cómo y quién los mire, partidos amistosos como el de ayer entre Talleres y General Paz Juniors pueden dejar margen para lecturas disímiles y hasta encontradas. El 0 a 0, analizado desde el punto de vista del resultado y por haberse conseguido frente a un equipo con rodaje y de una categoría superior, le resultó redondo al novel equipo albo, que dirige la dupla González-Rentera.

Es que Juniors llegaba con sólo cinco días de trabajo, en pleno acondicionamiento físico para el Argentino B y con varios futbolistas que jugaban por primera vez juntos. Con esas limitaciones, la meta era poner lo mejor, correr el riesgo del ensayo y el error, y cumplir un papel digno. Así, todo lo que vieron sus entrenadores les resultará provechoso.

Del otro lado, Talleres, con un equipo que casi puede recitarse de memoria desde la Copa Córdoba y a sólo una semana del inicio del Torneo Argentino A, asumió el compromiso con ciertas precauciones, cuidando la máquina y sin exigirse al límite. “No me importaba el rendimiento y sí ensayar cuestiones tácticas”, dijo su técnico, Héctor Arzubialde, en una admisión explícita de lo que buscó con la disputa de ese cotejo.

Que Talleres haya tenido más el balón, aprovechado mejor el ancho del terreno y dominado el trámite del partido, aunque no a voluntad, no llamó la atención.

Ni tampoco que haya convertido al arquero albo, De Tobillas, en una de las figuras del encuentro. Pero si quedó expuesto que la “T” tiene un déficit en la generación de juego, que lo obliga, en contra de la voluntad de su técnico, a jugar con un sistema 4-4-2 que no es el que más conforma a Arzubialde.

Pero lo importante para el DT es que su equipo lució ordenado en defensa, equilibrado entre sus líneas y con una idea de juego clara. Y le faltó, además de juego por la falta de un enganche, la puntada final para definir lo que generó.

Por su parte, Juniors mostró que, con algunos amistosos y prácticas más, será un equipo para tener en cuenta. Una de sus gratas sorpresas fue la movilidad y el juego que el ex Sportivo Belgrano Gabriel Luna le dio por la banda derecha del medio campo.