Negó que lo institucional lo haya puesto intranquilo, aunque se preocupó. “Vamos a pelear el ascenso”, prometió el entrenador.

Se fortalecen en su frondosidad los bigotes setentistas, ahora, de color ceniza. Y cada vez que pronuncia las vocales, se doblan y contraen al ritmo de sus palabras. El entrenador de Talleres, aquel que llegó para la conquista de una obligación más que de una hazaña, ya se siente ensimismado en la matriz albiazul. Esa que muta con las horas en formas, colores y temperaturas. Es el descanso bajo un árbol de ramas elásticas que se doblan por el peso y que caen como un atado de sogas que bailotean sobre las cabezas. Tito Rebottaro llegó al final de un día más corto: el añorado único turno de un plantel desgastado por la exigencia física.

Bajo la sombra, así comenzó hablando con Día a Día: “El balance es muy positivo. Hay muchas ganas y mucho entusiasmo. Fui clarito el primer día y después voy a tomar una decisión. Ya tenemos una evaluación para ir viendo qué vamos a hacer con respecto al plantel que vamos a necesitar para el comienzo del campeonato”.

–¿Tiene una base que le permita llegar con la expectativa planteada al mes de junio?
–Hay chicos que juegan bien. Están un poquito desparramados, en el sentido de que todavía no están metidos de lleno en esto. Si bien vienen todos los días a entrenar, cumplen y no hay problemas, pero cuando uno le dé la posibilidad de estar en el plantel, de ser tenidos en cuenta, van a cambiar un poquito. Hay algunos jugadores que no es que me sorprendan, pero que son interesantes. Es un plantel muy joven donde sabemos que en este tipo de campeonatos se necesita experiencia. Ahí va a estar el tema de los refuerzos, de traer en la medida que se pueda cuatro jugadores de experiencia que apuntalen a los chicos. De acá a junio, seguramente que al club le va a quedar un plantel propio para encarar lo que viene de otra manera.

–Se notó que físicamente se comenzó con todo y tácticamente es algo en lo que se hizo hincapié.
–Seguro, creo que lo físico es lo más importante. Si no están bien físicamente va a ser difícil que después respondan. Eso nos permite trabajar mejor en lo táctico. Estamos viendo también todo ese tema. Si tenemos que jugar con tres en el fondo, sí tenemos esos jugadores, si hacemos dos líneas de cuatro tenemos los jugadores, estamos probando, estamos viendo y en las últimas semanas tomaremos las decisiones para determinar de qué manera salimos a jugar el primer partido.

–Tendrá algunas bajas para el debut, ¿es por eso que viene ensayando con un sistema (3-4-1-2) poco habitual en su estilo?
–Sí, sabemos que por ejemplo Lussenhoff no va a jugar el primer partido (por suspensión). Estamos viendo las variantes para que se pueda reemplazar y no vaya a haber problemas.

–¿Qué jugadores le gustaron?
–No, dar nombres no. Pero se hicieron buenos ensayos. En lo físico han respondido, se la han aguantado y eso fue muy importante.

–Hoy no tiene el equipo.
–No, si te digo te miento. A veces es difícil en este campeonato. Sabemos que a mí me gusta jugar con enganche, con un sistema tradicional. También tengo que pensar que éste es el equipo que tengo. No tiene sentido que diga que yo no lo armé o que a estos jugadores no los traje. Es lo que tenemos y a arreglárselas.

–¿Qué sensación le dejó ver los videos de los partidos del equipo?
–Es un campeonato duro. La deuda de este equipo es de visitante. De local creo que no vamos a tener problemas, pero sí de visitante. Es un plantel joven y por ahí, cuando hay que meter, nos falta un poquito.

–¿Afuera se inhibe el equipo?
–Un poquito, pero eso hay que hablarlo en el vestuario también.

–¿Y los puestos a reforzar?
–Un delantero de área, un nueve de área, un atacante tradicional, goleador que sería una prioridad. Después lo otro lo vamos a evaluar, el marcador central, algún volante por derecha u otro delantero.

–Y ha ensayado variantes, como la de Galíndez en el medio.
–Estamos probando a ver qué pasa. Sé que Galíndez como volante por izquierda (lo dirigió en Atlético Tucumán) lo va a hacer y no va a tener problemas. El otro tema es en el fondo, si es que tenemos la gente para jugar con tres atrás. Estamos probando, viendo y entendiendo que hay alternativas, hay variantes y no está nada decidido.

–¿Estuvo intranquilo por el clima institucional?
–No, intranquilo no. Cuando llegué hablé con la gente del Fideicomiso, con la gente de la Fundación. Después ellos me llamaron contándome que había un problema, pero que iban a seguir con lo que habían hablado. No me preocupé, sé que hubo un problema, pero ellos van a estar colaborando al lado nuestro.

–¿Pensó en alejarse?
–No, no pensé en irme, para nada. Es un tema en el que uno trata de estar al margen. Primero porque no entiendo cuál es la situación de fondo, segundo porque no me interesa saberla y, tercero, porque creo que no me corresponde. Lo nuestro es el campo de juego, prepararlos a los jugadores y pensar en el equipo para el debut.