Todos los jugadores destacaron que el cambio de mentalidad de un tiempo a otro de Talleres se debe a los retos que el DT Roberto Saporiti les propinó en el entretiempo. Al salir del vestuario, con mucha calma, el “Sapo” destacó que “no fue un tirón de orejas. Tuve que tocar algunas fibras íntimas para cambiar. Somos hombres, tenemos sangre y eso queda en el vestuario. Nos estaban llevando por delante, ganando en todas las pelotas divididas, y les pedí que pusieran el cuerpo de otra forma a la hora de chocar. Por suerte, el grupo interpretó el mensaje”.

Sobre el tumulto del que fue protagonista en el complemento, que provocó la detención del juego unos minutos, declaró: “Yo no demoré el ingreso del carrito cuando estaba lesionado (Guillermo) Cosaro. Simplemente les dije que no entraran porque el jugador se iba a levantar. Después se acercó mucha gente de Maipú a decirme cosas, pero a esta altura de mi vida, no voy a entrar en eso. ¿(Carlos) Sperdutti? No sé quién es”.

Sobre el saldo del triunfo, Saporiti remarcó que “Maipú es un rival incómodo, cada partido para Talleres es una finalísima. Ahora debemos ganar fuera de casa, que es una materia pendiente. Hay que mejorar, con lo mostrado hasta ahora, no alcanza”.

Matías Giordano. “En el primer tiempo no hicimos nada bien, fue flojo el rendimiento y así no íbamos a ningún lado. Si queremos ser protagonistas, no podíamos seguir así. En el complemento cambiamos la mentalidad, y dimos vuelta el resultado”.

Cristian Basualdo. “Con mucha entrega y sacrificio sacamos el partido adelante. Maipú es un rival muy complicado, de hecho nos hizo difícil gran parte del partido, pero con oportunismo y valentía dejamos el triunfo en casa”. Cristian Basualdo

Ramiro Pereyra. “En el segundo tiempo conseguimos plasmar todo lo que en el primer tiempo intentamos y no logramos. Nunca bajamos los brazos, y de a poco empezamos a soñar con la clasificación”.

El DT en medio de un incidente. El partido estuvo frenado a los 35 minutos del segundo tiempo debido a que se desató un escándalo, cuando el DT de Talleres, Roberto Saporiti, no permitió el ingreso del coche de sanidad para que revisen al defensor albiazul Guillermo Cosaro, quien se encontraba en el suelo. El “Sapo” expuso que el jugador se iba a levantar por sus medios, pero en Maipú tomaron esa acción como medida para hacer tiempo, y hubo tumulto, con todo tipo de insultos. En la cancha, Saporiti solo atinó a decir: “Allá en Mendoza nos hicieron la vida imposible, con todo tipo de tretas. Acá les devolvemos la gentileza, no se la vamos a hacer fácil”. El partido se reanudó y nadie fue expulsado.