Reza a los otros. La T depende de los demás equipos para lograr el ascenso directo. El técnico Hoyos trabaja exclusivamente en lo anímico.

La recomposición anímica es lo que urge en Talleres. “Están mal, estos días será para hablar mucho”, contaba el dirigente Ale Accietto después de la dura caída de Talleres, el jueves pasado en Mar del Plata ante Unión 3-1. Al desastre albiazul le siguió una desazón total: “Estamos en manos de Dios y de la Virgen”, dijo el DT Guillermo Hoyos.

Eso se traduce en que Talleres debe esperar a que para su última salida, Unión de Mardel pierda mañana (visita a Alvarado, el más débil de la zona) y que sí o sí el marcador en Villa Ramallo sea favorable para el equipo de barrio Jardín.

El destino tendrá que obrar para que la T vuelva a tener posibilidades y llegar con vida al último encuentro, ante Libertad, el próximo domingo en el Kempes, para aún aspirar a una chance de ascenso directo.

Si no es así, el Matador debe clasificar entre los tres siguientes en la tabla o, en el peor escenario, aspirar a ser el mejor quinto de todas las zonas. Ya sería algo por demás letal, si es que el equipo termina de caerse y queda afuera de todo.

“Hemos hablado entre todos. Tenemos que tenernos fe porque aún tenemos chances matemáticas. Tenemos que ganar y esperar. Es nuestra obligación”, dijo Gaby Carabajal desde la concentración de la T en el predio de Defensa y Justicia.

Talleres está esperando en Buenos Aires el choque con Defensores de Belgrano. Trabajará en la mañana de hoy en el predio del Halcón y tras el almuerzo viajará a Villa Ramallo para esperar el choque de mañana a las 21.

“Están mejor, hay que enfocarse. Tenemos que seguir hablando y concientizarnos en ganar. Talleres tiene todas las posibilidades aún, por más que dependamos de otros resultados”, completó Accietto.

No han sido horas fáciles en el plantel, en estos días. Se notó un bajón anímico después de la caída en Mardel. Y el entrenador, que hoy dará una nueva charla técnica, es el que está en los menesteres de encontrar la luz en la última salida que tienen sus players. No será fácil, todos lo saben, pero tendrán que pensar en ganar como sea. Luego, esperar. Y rezar.