Con gol de Ángelo Martino, los de barrio Jardín soportaron un primer tiempo desfavorable y aprovecharon el complemento para sumar por primera vez de visitante.

Y eso que el arranque del partido no fue vulnerado de milagro. Una primera mitad que ampliamente le perteneció al local, desaprovechando invariablemente varias chances de gol, de la mano de Pons (y su cabeza, salvando el palo) y con peligro permanente de Enrique, ante una defensa de Talleres sin respuestas en el retroceso; un mediocampo que extrañó horrores al recientemente vendido Federico Navarro, y que lejos estaba de lograr la solidez que supo consolidar.

Le costó hacer pie a Mac Allister y Mendez no lograba claridad para generar. Hubo algunas polémicas  con el reclamo de un penal de Tenaglia y una tarjeta roja que bien pudo ser para Pons en el "taladro" por faltas y un golpe a Mac Allsiter. Pero fue casi un milagro no haber recibido goles y el descanso llegó como un alivio.

Sin embargo luego del descanso Talleres cambió de actitud. El DT Alexander Medina adelantó unos metros al medio y acorraló a Banfield, haciéndose dueño del partido.

De hecho había tenido dos claras Ángelo Martino, sin criterio para resolver pero la tercera fue la vencida, tras una gran habitación de Diego Valoyes. Transcurrían apenas nueve minutos y estaba en ventaja a pura intensidad,  luego de sobrevivir en un primer capítulo muy desfavorable desde el juego y sin respuestas.
Y no frenó su tónica.  Se pudo apreciar lo mejor del equipo del "cacique" en las cinco fechas, luego de airados sentimientos en contra de la dirigencia por el éxodo de figuras, no obstante, sin los mismos recursos,  el elenco de barrio Jardín no resignó su estilo y cambió de imagen de la mejor manera. 

¡ASÍ SÍ, TALLERES! ⚽️💪

Valoyes la ganó de guapo y le puso una pelota bárbara a Ángelo Martino: ¡el goleador del 1-0 parcial de la T! 😝pic.twitter.com/rPJdt5QJY6

Solo un remate de larga distancia de Galoppo bien controlado por Guido Herrera fueron los argumentos de un Banfield que lucía desesperado. También hubo un remate de cabeza del mismo Galoppo, que que el ingreso de Jesús Dátolo apostó con todo a empatar con pelotazos cruzados. Y de paso incomodar a los de barrio Jardín por su talón de Aquiles: las pelotas paradas.

El albiazul administró la ventaja y las emociones para encaminarse a un triunfo que le devuelve el espíritu de protagonismo,  luego de una semana intranquila.  Y sobre todo, aprovechando vientos a favor cuando tuvo la oportunidad, saliendo ileso de un primer tiempo desfavorable.  Se reactiva la ilusión.