La Justicia hizo lugar al reclamo de Luis Pons contra el club, la AFA y la aseguradora, por una lesión severa provocada por una avalancha en la Willington.

Al final, parece que no fue todo color de rosa en aquel ascenso a la B Nacional que obtuvo Talleres ante San Jorge de Tucumán, la noche del 6 de mayo de 2013 y de las 62 mil almas en el estadio Mario Kempes.

Ocurre que la Justicia hizo lugar a una demanda promovida por el hincha Luis Diego Pons contra el club albiazul y la AFA (como organizadores del juego y del torneo) y los condenó a pagar una suma que se aproxima a los 555.000 pesos si se le suman los intereses, costas y honorarios vencidos. Además, la Justicia también hizo extensiva la resolución a EL SURCO, la compañía de seguros contratada por el rector del fútbol argentino. 

Pons, uno de los tantos hinchas de Talleres que estaba en Willington, fue arrastrado por una avalancha de gente sucedida al final del juego y así cayó desde el sector medio, donde estaba ubicado, hacia abajo.

Según el relato que hizo en la demanda (Pons terminó sufriendo lesiones severas en su pierna izquierda, se le diagnosticó fractura de pilón tibial y tras la operación “le colocaron nueve clavos y una placa”), algo que provocó la pérdida de su trabajo de remisero, ya que se le hizo “imposible conducir”.

El fallo de la doctora Ilse Ellerman, a cargo del Juzgado de Primera Instancia Civil y Comercial de 30 Nominación, puede ser recurrido por las partes condenadas. Talleres fue consultado por este medio y manifestó su desconocimiento sobre la sentencia.

En la demanda, sus apoderados negaron “por ser falsos, el relato de los hechos y circunstancias fácticas con las que se pretende atribuir responsabilidad a la demandada” e inclusive negaron que Pons “hubiera estado en el Kempes”.

La AFA y la aseguradora también rechazaron el reclamo de Pons que inicialmente había sido por 840.655 pesos.

Aquel premio por el ascenso

Si la sentencia queda firme, la gestión de Andrés Fassi deberá asumir un nuevo compromiso ocurrido fuera de su gestión. La primera vez fue el año pasado cuando el club asumió finalmente una deuda de 3.182.000 pesos por el premio de aquel ascenso de 2013 y le pagó a los 22 futbolistas que habían llevado el reclamo a la justicia, que ya había empezado a fallar a favor de los jugadores.

La remuneración que prometió pagar el Fondo de Inversión (el total del premio era de cuatro millones, pero ya se había pagado una parte), terminó siendo asumida por la actual conducción.