Con un brillante primer tiempo, el Millonario terminó ganándole a la T por 2-0 con dos  goles de Nacho Fernández.

La expectativa de los hinchas de Talleres era grande. Se jugaba contra River, de local, con estadio lleno, las dos hinchadas y era la chance para terminar de pegar el salto a una clasificación a la Sudamericana. Pero, a medida que se fue desarrollando la acción, la fiesta inicial se fue tiñendo de rojo y blanco. Los dirigidos por Gallardo jugaron un gran primer tiempo y lo liquidaron con dos golazos de Ignacio Fernández

River le empezó a manejar la pelota desde temprano, poniendo muchos jugadores en ataque y tuvo su primera chance a los 4 con Santos Borré que no aprovechó un error defensivo de la T. El toque y la rotación en ataque de los de Gallardo no tardó en dar sus frutos. A los 26, un jugadón colectivo puso a Nacho Fernández solo frente a Herrera que definió a un ángulo inalcanzable.

Y, a los 33, en una avivada del ex Gimnasia, las cosas se pusieron 2-0 a favor del visitante. Fernández vio a Herrera adelantado y la colocó lejos del cuidapalos. 

Hasta el cierre de la primera parte, fue todo de River y estaba bien. En las tribunas, del lado albiazul había caras de preocupación porque el equipo no estaba jugando bien. Del lado rojo y blanco, todo era fiesta y alegría. 

En el segundo tiempo, el partido ganó en emoción. Los hinchas y todo Talleres reclamaron una mano de Martínez Cuarta. A los 9, River se quedó con 10 por la expulsión de Nicolás De la Cruz. Y se reanimó el equipo local.

Pero sólo estuvo cerca del empate a los 21, con un atajadón de Armani a un cabezazo abajo de Ortiz. Luego, anímicamente se emparejaron las cosas. Desde afuera no se notaba el hombre de más del albiazul y sólo en ingreso del ex Belgrano Matías Suárez metió de nuevo en partido a los muchos hinchas albiazules que silbaron e insultaron al delantero.

El equipo de Vojvoda, a pesar de que salió con más actitud, no pudo quebrar la buena resistencia millonaria que, con inteligencia, trató de jugar el partido lejos de su propio arco para asegurarse una victoria justa.

A pesar de la derrota y de que el equipo no jugó bien, los hinchas albiazules aplaudieron y coronaron la noche con aplausos y aliento para sus jugadores