Ante Argentinos, Talleres tuvo firmeza abajo y contundencia. Ganó 2-0 y lleva cuatro cotejos sin que le marquen.

Talleres hizo lo que debía. La previa marcaba al de anoche, frente a Argentinos Juniors en la Paternal, como un partido que debía ganar, por la forma en que llegaba su rival. No se le podía escapar y en el que tenía que marcar diferencias. Y lo consiguió.

El Bicho venía de perder cinco partidos seguidos, sin poder imponer fortaleza en su cancha y con un DT interino, Raúl Sanzotti, que tomó un fierro caliente .

El 2 a 0 final refrendó dos aspecto que el equipo no siempre pudo mostrar en este torneo. Uno, el de la profundidad en el arco rival. Hizo los dos goles en el arranque de cada tiempo. Dos golpes de nocaut literales para el rival. Y otro que viene trabajando con muy buenos resultados desde la 10ª fecha: mantener el arco el cero. La “T” llegó a su cuarto encuentro seguido sin que le marquen.

Es decir que marcó las diferencias esperadas arriba y abajo, donde se definen los partidos a favor y en contra. Y el mediocampo del equipo lejos estuvo de desentonar, porque Andrés Cubas hizo anoche todo lo que se esperaba de él, para recuperar, ser el auxilio del “Cholo” Guiñazú y administrar la pelota hacia adelante con criterio.

Atrás, que “Leo” Godoy haya vuelto a ser el jugador desequilibrante que supo ser hasta no hace mucho cada vez que pone la quinta es de lo más importante que tuvo el equipo. Fue un delantero más. Así llegaron los dos goles, el primero de Junior Arias y el segundo de Maroni, de muy buen segundo tiempo. De dos llegadas suyas hasta el fondo y posteriores centros.

Y la consolidación de Juan Cruz Komar, aún con el cambio de central que tuvo a su lado (Gandolfi por Miguel Araujo), también fue otro de los aspectos destacados. Ni siquiera pudo amedrentarlo un codazo artero de Torrén que le dejó en compota un ojo. Y adelante, la inteligencia de Bustos para pedirla y descargar, y el regreso a la titularidad de Junior Arias con un gol, asentaron aún más al equipo de Juan Pablo Vojvoda.

Por todo eso, y porque además el triunfo le permitió quedar noveno en la tabla (terminar entre los 10 primeros es uno de sus objetivos) y, además, meterse en zona de Copa Sudamericana 2020. Alguna vez todo le tenía que salir redondo.

El texto original de este artículo fue publicado el 24/11/2018 en nuestra edición impresa.