Los dos penales en uno (por el rebote que también tapó) que le atajó ayer al "Monito" Vargas contra Vélez ratifican la vigencia de un arquero que no deja de superarse.

Que Guido Herrera haya sido la figura del partido ayer en Talleres no puede ya llamar la atención de nadie. Es parte del paisaje albiazul, si bien a los hinchas le gustaría que tuviera menos trabajo. Sería una señal de que el equipo no tendría las zozobras defensivas que viene padeciendo en esta Superliga y que ayer se evidenciaron, por sólo mencionar una situación, en el empate de Vélez a través de Leandro Cufré.

Pero ayer le tocó protagonizar una jugada decisiva para el partido y para la suerte posterior del equipo: el penal que le atajó a Vargas, a los 22 minutos del primer tiempo, con el resultado empatado y con Vélez  jugado al ataque.

Fue el tercer penal que el riocuartense atajó en la Superliga –antes le había conjurado uno a Carlos Tévez (Boca) y Cristian Guanca (Colón)–, pero no fue eso lo más importante. Si bien no lo sintió como una revancha, Guido logró resarcirse así del penal que Nereo Fernández le atajó el pasado domingo contra Unión.

Y, además, coronar del mejor modo una semana en la que su nombre estuvo en la boca de todo el planeta Boca, ya que Talleres fue sondeado por la directiva xeneize para que reemplace a su lesionado arquero Esteban Andrada. Una intención que naufragó casi antes de nacer.

Antes de que arrancara el partido de ayer contra Vélez, después de contener el penal y al final del juego, Guido fue ovacionado por la hinchada de una manera estruendosa y emocionante.

Se me erizó la piel por la ovación de la gente. Siempre lo digo:siento un orgullo bárbaro por el cariño que me da la gente de Talleres. Sólo tengo palabras de agradecimiento”, dijo a Mundo D al término del encuentro.

Respecto del penal que le contuvo a Vargas, comentó: “Fue difícil, porque después vino el rebote y le dio como si hubiera sido otro penal.Por suerte pude con los dos. Ojalá que no sea el último. Lo más importante es que le sirvió al equipo en un momento del partido que estaba complicado”.

Cuando se lo consultó por la semana especial que le tocó atravesar tras el penal que errado en Santa Fe y las renovadas  versiones de su posible préstamo a Boca, Herrera comentó:  “Manejé los dos temas con tranquilidad. Decidí no pensar ni pensar en la chance de Boca para que no me influyera ni me sacara del foco de Vélez.  En cuanto al penal, me sentí dolido en su momento, porque si lo hubiera convertido nos poníamos en ventaja. Pero no siento como una revancha  haber atajado uno hoy”.

Respecto del calor agobiante con que se jugó ayer y el rendimiento del equipo,  subrayó: “No es una excusa, pero el calor se sintió mucho. Los dos equipos lo sentimos. Pero al margen de eso, somos conscientes de que no jugamos bien. Seguimos con un problema en la definición y en la generación de juego. Además Cufré nos llegó muy solo para el empate de ellos. Son cosas que vamos a seguir laburando en la semana, para que no sucedan contra Patronato”.

Finalmente, Herera se refirió a la jugada del penal. “Para mí no fue penal. Carlos (Quintana) fue cuerpo a cuerpo con Salinas y pareció que lo tiró lejos cuando lo choca. Después del partido el árbitro (por Losutau) nos dijo que le quedó la duda”.