Hubo cinco uruguayos, tres paraguayos, dos chilenos, dos colombianos, un venezolano, un peruano, un ecuatoriano y un nigeriano. Joao y Olaza, los que más rindieron.

Miguel Araujo es el 16° extranjero que llega en la era Andrés Fassi. Las expectativas sobre el peruano son las mismas que se depositaron en los anteriores refuerzos.

Desde el primero que fue Rodrigo Burgos, en enero de 2015, hasta el propio zaguero de la selección incaica, quien fuera recomendado nada más ni nada menos que Ricardo Gareca, su DT en el seleccionado peruano y aquel que dirigiera a la "T” en varios ciclos.

La política que bajó el presidente para el armado del plantel comenzó a mostrar un signo distintivo ya que merced al área de visorías que formó, al estilo de la que había en Pachuca, Talleres comenzó a analizar a jugadores fuera del mercado local y procedió a su contratación.

En algunos casos, su procedencia fue inverosímil en el caso de Okiki Afolabi, quien vino de Nigeria con otros dos juveniles que jugaron en reserva.

Entre los 16 contratados, hubo cinco uruguayos, tres paraguayos, dos chilenos, dos colombianos, un venezolano, un peruano, un ecuatoriano y un nigeriano. El cupo de extranjeros es de seis por plantel, pero se pueden alistar a cinco por partido.

Esa es la cantidad actual que tiene Talleres: el charrúa Junior Arias, el venezolano Samuel Sosa, “el cafetero” Diego Valoyes, el guaraní Brian Montenegro y el incaico Araujo.

A esta lista podría agregarse Joel Soñora, quien nació en Estados Unidos, pero no ocupa plaza por los años que tiene de inferiores realizadas en Boca, según la directiva albiazul.

En el podio de rendimientos aparecen Lucas Olaza (cedido a préstamo a Boca), Joao Rojas (se fue a Sao Paulo) –ambos en Primera– y Rodrigo Burgos (en Capiatá) –en el Federal A–.

Por orden cronológico

Rodrigo Burgos. “El León” se hizo canción e ídolo en Talleres. El paraguayo logró los dos ascensos, pero en Primera no tuvo lugar ya que el tridente de Guiñazú, Gil y Reynoso fue de lo mejor. Se fue a Olimpia y ahora a Capiatá. Jugó 50 pártidos y anotó un gol.

Adalberto Goiri. Llegó a los 27 años, desde Sol de América y se transformó en uno de los centrales titulares. El paraguayo jugó 21 partidos y anotó dos goles. Cumplió.

Mauricio Arias. Otra incorporación de fuste y de experiencia (30 años). El lateral chileno decepcionó y apenas jugó ocho partidos.

Agustín Gutiérrez. Venía del Racing de Uruguay con 23 años. Fue suplente y totalizó 15 partidos. Era un rapidito que prometía mucho.

Jhon Freddy Pajoy. El colombiano (26 años y ex Pachuca) iba a ser titular, pero una lesión en el empeine, lo condicionó. Se terminó yendo sin jugar y como Araujo también se lesionó, el puesto fue para Solis.

Guillermo Cotugno. Le ganó el lugar a Escobar en el final de la campaña 2016/2017. El “charrúa” aportó mejor marca y subió en forma criteriosa. Venía jugar en el Sub 20 uruguayo y con pasado en el fútbol ruso. Se fue directamente al Oviedo de España. Fue bueno, pero duró poco ya que solo jugó 9 partidos.

Carlos Muñoz. El chileno fue la primera opción de "9" y como goleador. Convirtió un gol en 12 partidos. La mitad los jugó como titular, el resto como suplente. Tuvo movilidad; pero, luego, se tornó frágil. Sus quejas por cierto atraso en el pago de haberes y el reclamo de remuneraciones en negro le terminaron marcando el camino de salida.

Okiki Afolabi. El delantero nigeriano jugó medio tiempo ante Estudiantes de La Plata. Nada más. Llegó con dos coterráneos. Oparaugo fue campeón de reserva y Tombara jugó en cuarta. Se fueron los tres.

Lucas Olaza. El lateral izquierdo uruguayo fue un buen refuerzo de esta Superliga. "El Bombadero del Prado" hizo un golazo de tiro libre contra Chacarita Juniors y tres de penal contra River Plate, San Lorenzo y Banfield. Fueron cuatro goles en 24 partidos en los que mostró su buena pegada y construyó buenas "sociedades" con Juan Ramírez y Jonathan Menéndez. Boca Juniors y otros clubes argentinos y del exterior, como Sporting Lisboa, pusieron la mira en él. Y coincidentemente bajó su rendimiento.

Junior Arias. Compitió con Marcelo Torres en la búsqueda de que uno lograra más efectividad en el arco rival, el principal déficit del equipo. No le sumó marrar el penal contra Estudiantes, que debía ejecutar Olaza, y él pidió patear para sacarse la "mufa" de los goles que desperdició contra Arsenal. Antes del receso logró ser titular y recuperó la puntería, pero ya había llegado Santiago Silva, quien tuvo la prioridad. Igualmente terminó siendo el goleador del equipo con seis tantos (los de mejor elaboración del equipo) y sumó dos asistencias. Se esperaba más en los 24 partidos que jugó. Tiene contrato por seis meses más.

Joao Rojas. El extremo ecuatoriano aportó desequilibrio por ambas bandas. Fue más profundo por la derecha, donde pudo asistir seis veces, el registro top. Por la otra, debió sumarle un tiempo más al ataque, el que se terminó diluyendo por su propia indefinición o por esperar a un compañero. Hizo un gol en 26 partidos. Un contrato costoso que no pudo renovar. El jugador pasó a San Pablo.

Santiago Silva. Jugó 13 partidos y anotó cuatro goles. Cumplió. El uruguayo fue un referente de área y aportó cierta jerarquía. Exageró en bajar para recuperar la pelota, porque se quedó sin potencia para llegar a varios ataques. Su gran error fue la expulsión ante Defensa. Eso le impidió jugar ante el líder Boca, “el partido del año”.

Samuel Sosa. El pibe venezolano, integrante del sub 20, logró debutar ante Olimpo. “Sami” (18 años) jugó algunos minutos y tuvo su debut como titular ante Midland, por 32 avos de final de la Copa Argentina.

Diego Valoyes. Tiene 21 años y proviene de La Equidad de Colombia. Debutó con Midland.

Brian Montenegro. El paraguayo es la gran esperanza. En la era Fassi, han pasado 16 jugadores por el puesto de centrodelantero entre los propios, los que llegaron, los que estaban y los inventados. También fue desde el inicio en Santa Fe.

Miguel Araujo. Tiene 23 años y es el central peruano que promete reforzar el juego áereo albiazul. Gareca lo llevó a jugar el mundial.