A tantos años de ese partido dirigido por Horacio Elizondo, el rastreo de los protagonistas de Talleres ofreció varias sorpresas.

Aquella escena en la que Roberto “Lute” Oste venció a Bernardo “Diente” Ragg en el último penal de una definición infartante, formó parte de un día que jamás terminó para el Mundo Talleres. Es más, ese día cumple hoy 20 años.

La “final del siglo”, con alargue incluido y definición desde los 11 metros (el global fue 2-2 porque en la ida fue 1-0 para la “T” y en la vuelta, 2-1 para la “B”), le permitió al cuadro dirigido por Ricardo Gareca llegar a la gloria: dejó en el camino a Belgrano, dio la vuelta olímpica y logró el ascenso a Primera.

El fútbol no siempre es el mejor lugar. Veamos qué hacen hoy.

Mario Cuenca. Era el capitán de ese Talleres y atajó los penales a Alarcón y a Manrique. Aunque falló en el tiro libre de Luis Sosa, fue un héroe. Se retiró a los 34 años y se volvió a Del Campillo junto a su familia. Maneja su campo. “Talleres me dio todo. Si Cuenca tiene un nombre chiquito o grande fue gracias al club. Me retiré joven. No salí en varias fotos familiares. Ahora, sí”, comentó “Súper Mario”, quien también fue el arquero del “1” de la Conmebol. 

David Díaz. El primer integrante de una línea de tres inventada, junto con Horacio Humoller y José María Rozzi. “Fue mi revancha. Hice mi penal y borró aquel que había errado en la definición con Gimnasia y Tiro”, dijo “Nacho”, quien hoy es martillero y corredor público e inmobiliario.

Horacio Humoller. “El Gringo” había llegado un año antes a Talleres para lograr aquel título con Talleres y el de la Copa Conmebol. Tras su retiro, se convirtió en entrenador. Trabajó en Unión de Santa Fe en Primera, reserva e inferiores. Actualmente está en San Lorenzo de Esperanza, en este caso para hacerse cargo de las categorías de Octava, Séptima y Sexta División Iniciales.

José María Rozzi. Otro histórico de esa defensa. Ya tenía el ascenso previo de 1994 ante Instituto y sumó el de 1998 ante Belgrano. Fue otro de los que no pudo disfrutar de jugar en Primera tras semejante logro. Luego pasó a Quilmes y Racing de Nueva Italia. Se retiró y se volvió a Los Surgentes, donde maneja sus campos.

Andrés Cabrera. “El Pelado” fue uno de los volantes albiazules y también fue campeón de la Copa Conmebol. En 2002 se fue a Coopsol de Perú, pasó por Juniors y se retiró. Actualmente es coordinador del fútbol infantil en Colón.

Javier Villarreal. “Villa” fue figura y convirtió su tiro desde los 11 metros en la definición. A los pocos meses, el empresario dueño de su pase, Jorge Petrone, lo colocó en Belgrano. Se hizo muy creyente y ya en el Boca de Bianchi ganó todo. Volvió a la “T” para ascenderlo desde el Argentino A en 2013 y colgó los botines. Dirigió inferiores en la “T”, en Peñarol y ahora es DT alterno de Santaní de Paraguay. “Siento que cumplí mis sueños en el fútbol. Ese ascenso con Talleres lo fue”, aseguró.

Fernando Clementz. Hizo la banda izquierda y tuvo tres chances netas. En los penales, Ragg le atajó su tiro. Se volvió a su Rafaela natal para trabajar en inferiores de Atlético y fue DT alterno del primer equipo.
Daniel Albornós. Autor del golazo inicial con el que Talleres pensaba definir la final. Gareca se apresuró en sacarlo junto a Garay y a Zelaya, y Belgrano se vino. “Es una final que jamás se repetirá. Por los siglos de los siglos. Nos cambió la vida a todos”, comentó Albornós, quien se retiró a los 31 años y luego se hizo DT. Actualmente es el manager de Peñarol.

Diego Garay. Imparable hasta que le dejó su lugar a Rodrigo Astudillo. “El Chino” también se retiró joven, estuvo en inferiores de Cibi, Talleres y luego, se alejó del fútbol. Trabaja en una pinturería de su San Francisco natal. “Talleres me dio la posibilidad de trascender. Ese ascenso es parte de mi vida”, dijo “el Diego de la ‘T’”, quien fue compañero de Diego Maradona en Newell’s.

José Zelaya. Ya venía de hacerle tres goles a Belgrano en un 5-1 que cortó una racha de 14 años y fue autor del 1-0 del partido de ida. “Fue histórico. Ese día, Córdoba no durmió. No podía volver a mi departamento en el centro”, apuntó “el Cachi” desde su Tucumán natal, hacia donde regresó para vivir con su familia. “Estoy fuera del fútbol. Por ahí me dediqué al rubro inmobiliario. Fui ayudante de Insua en Talleres”, cerró.

Ramón Medina Bello. “El Mencho” venía teniendo un partido aceptable, pero su expulsión infantil, a los 28 del complemento y con el partido 1-0 a favor de la “T”, despertó a Belgrano, que terminó dando vuelta el juego. Luego, el exfutbolista de River, Racing y la selección arrancó su carrera como DT. En 2010 comenzó en Berazategui y desde 2015, firmó contrato con Centro Bancario de Gualeguay junto a su hijo Mauricio.

Ricardo Gareca. El DT lloró con el ascenso. “Pasó de todo. Debimos definirlo en los 90 minutos, pero se complicó y tuvimos que ir a los penales. Con el paso de los años uno no puede más que alegrarse y sentirse orgulloso por haber sido el técnico de esos muchachos”, contó “el Flaco”, quien dirigió a Perú en el Mundial.

Gustavo Lillo. “El Loco” entró a los 37 minutos por Albornós. Batalló bastante e hizo su penal. El mendocino sigue en Talleres como entrenador de inferiores. “Más no podía pedir. A un año de llegar, quedé en la historia. La filial de Hernando lleva mi nombre”, ponderó el ex Godoy Cruz.

Rodrigo Astudillo. Entró por Garay. Luego erró su penal. Surgido desde el semillero. “El Potro” se retiró a los 32 años. Ahora está dedicado al rubro inmobiliario y antes puso una panadería. “El fútbol me dio mucho”, declaró.

Roberto Oste. Había estado en Belgrano en 1996 y luego por Huracán de Corrientes. Entró por Zelaya cuando faltaban cuatro minutos para el tiempo reglamentario y cuando Belgrano ya lo había dado vuelta. Dio todo en ese alargue, pero su oportunidad llegó en los penales. Y se hizo historia. “Fue hermoso y único... para todo Talleres. El fotógrafo Juan Faner me dijo que lo íbamos a recrear todos los años. Como la palomita de Poy de Central a Newell’s”, contó “el Lute”. Pero cuatro días después, Gareca le dijo que no lo tendría en cuenta. “Al tiempo fui DT y lo entendí.A veces, hay que tomar decisiones. Lo perdoné”, dijo. “Lute”, quien dirigió a la “T” en 2005 y, luego, fue parte del cuerpo técnico de Insua. Ahora, está solo. 

Jorge Ciancaglini. Fue el arquero suplente. Reside en Córdoba y administra inmuebles. Como técnico estuvo en Chaco.

José Tiburcio Serrizuela. Hizo dupla con su hermano “J.J.” en Chicago. Es gastronómico y vive en Buenos Aires.