El nuevo DT albiazul sabe del desafío que asumirá, en una instancia histórica de pelear en tres frentes y de dirigir un plantel que formará una secretaría técnica con la directiva.

No vivirá en el predio de Talleres como lo hacía en el de Defensa y Justicia, pero andará muy cerca. Entrene o no. “Aún no hay instalaciones para que eso suceda y por eso no se dará en este caso. Pero el técnico se alojará cerca del Nuccetelli y de la Boutique. Ya respira Talleres”, dijo un directivo sobre las formas del nuevo entrenador albiazul.

“Soy consciente dónde estoy y del nivel de la responsabilidad que tiene este Talleres. Con sólo decirles que cuando vine como DT de la reserva de Newell’s, el año pasado, ya me habían hablado”, fue la manera en que abrió el DT su diálogo con Mundo D.

Lo cierto es que Juan Pablo Vojvoda aceptó todos y cada uno de los desafíos que le propuso el presidente Andrés Fassi para transformarse en uno de los habitantes del planeta albiazul, y que tendrá una exigencia mayor que la de Kudelka.

Es que Talleres jugará en tres frentes por primera vez en su historia: además de la Superliga –el torneo en el que terminó quinto– y de la fase dos de la Copa Libertadores en 2019 –no la juega desde 2002– afrontará la Copa Argentina.

“Primero es la responsabilidad; luego, siento ansiedad. La vara es altísima. No quiero crear falsas expectativas, pero ojalá podamos repetir el quinto puesto del torneo pasado. Pero más que nada me gustaría que fuera un proyecto que se sostenga en el tiempo. Podés salir quinto, pero al otro año no podés terminar 18°. Vamos a tratar de que se mantenga. El repechaje de la Libertadores es a matar o morir. Y la Copa Argentina, también. Ojalá nos vaya bien. Tengo unas ganas de empezar...”, dijo Vojvoda.

–¿Estás sorprendido del Mundo Talleres?

–Me fui a los 14 años de Cruz Alta junto con Hernán Franco. Vuelvo al pueblo cada vez que puedo. Es más, mi señora es de ahí. Con Franco fuimos a Newell’s y llegamos a Primera. Dimos vuelta por el mundo, mis hijos nacieron en España, pero la vida me terminó trayendo nuevamente para Rosario. Soy de perfil más bajo y de repente veo escrito mi apodo de chico que era “Chufo”. Además de la explicación y el nombre del amigo que me lo puso. Yo no quiero figurar. Pero sé lo que es Talleres, aquello que provoca y lo que necesita. Soy un tipo claro. Me gusta explicar las tácticas como pudo hacer Kudelka. El fútbol no tiene misterios.

–No es fácil entender la dinámica del club…

–Es un club grande. Soy del interior de Córdoba. Sé lo que significa. En los últimos años y con la llegada de Andrés Fassi se ha posicionado en un nivel muy bueno. Es un orgullo que Talleres se haya fijado en mí. Es una linda sensación. Soy alguien de poca experiencia y que no tuvo un gran nombre en el fútbol. He sido un jugador regular, que tuvo su historia en Newell’s y, luego, se fue a jugar a España. Me pone feliz que Talleres se haya fijado en mi trabajo. Y que lo hayan hecho cuando estaba en la reserva de Newell’s. Mostraron un interés. Vinieron a mi casa. No fue porque Kudelka hubiera estado tambaleando, ya que realmente era su mejor momento. Quizás me querían para otro momento. Quizás para las inferiores. Eso me sedujo, en esta oportunidad. Talleres no me vino a buscar porque las cosas me iban bien ahora, sino que ya que habían hablado antes.

–¿Crees que te fueron buscar por cómo trabajás o por los resultados con Defensa y Justicia?

–Creo que buscaron todo un perfil que pudo incluir la experiencia como jugador, haber dirigido a juveniles, interinatos en Primera, la forma de juego. Quizás consideran que éste era el momento. No dejo de considerar que Kudelka dejó una vara muy alta.

–La impresión es que pesó que supieras mantener una idea de juego más allá del recurso humano que tuvo a mano...

–Sí, es eso. En el primer año de Defensa y Justicia tuve un buen recurso humano y se jugaba bien. Estaban Gonzalo Castellani y Rivero. Pero con las bajas y lesiones, tuve que variar mucho. Pero conseguimos los mejores resultados al final contra equipos de envergadura. Más allá del resultado, siempre intenté que mi equipo jugara bien. No es tan fácil que se juegue bien. Es más fácil hacer un gol y defenderse. El resultado pesa para todos. Cuando el Talleres de Kudelka empezó a ganar, se soltó más. Yo voy a intentar eso. Trabajaré y mantendré el perfil bajo. Lo importante son los jugadores. Es la verdad.

Algo inédito para el DT

–A diferencia de sus experiencias como interino en Newell’s y, luego, como relevo de Beccacece en Defensa, arrancará desde cero con el plantel. ¿Cómo reaccionás ante lo inédito?

–Es verdad. Es un plantel que ha hecho buenos campeonatos. Ojalá se pueda mantener. Yo no me desespero por las incorporaciones. Sí me desespero por el hecho de tener definido un plantel para poder empezar a trabajar de cero e inculcarle mi idea. Aunque está claro, que aprovecharemos la base de Darío. Mantendremos todo lo bueno, pero será mi plantel. Necesitaré un tiempo prudencial y de los resultados. Como todo. Pero Talleres me da la tranquilidad de que hay un proyecto y estructuras. La gente dentro de todo, tiene esa idea.

–¿Fue difícil aceptar que el presidente Andrés Fassi forme el plantel?

–Se blanquea. Es como decir: “Este es tu plantel, sacale rendimiento”. Tengo la mente abierta en eso. Estos son los jugadores con los que cuento. A mí, en Defensa me pasaba algo similar. Son clubes que trabajan de esa manera. Seguirá pasando. No lo veo mal. Ellos están trabajando hace mucho. Pero yo también tendré injerencia. No me voy desviar de la responsabilidad. Si me preguntan por tal jugador, yo daré mi opinión. Yo puedo dar una opinión sobre tales jugadores de Defensa, pero si no vienen, serán otros. No vengo a imponer nada. Talleres tiene otras opciones.

–¿Hay posibilidades de que lleguen Tomás Pochettino, Leonel Miranda, Lisandro Martínez y quizás Almeida?

–Almeida tiene seis meses en Defensa. Pochettino tuvo un buen semestre. Lo conozco, pero Talleres lo venía siguiendo de antes. Como a Martínez, desde que jugaba en reserva. Veamos qué pasa con los que están. Conozco a Guiñazú y fui su compañero, pero no por eso va a tener un mayor compromiso. Lo tiene en el día a día y desde que es jugador. Aún no hablé con él, pero lo cuento. Yo estoy formando el plantel que va a arrancar el 18 y Guiñazú está adentro. Se incorporarán algunos jugadores de reserva. ¿Joao Rojas? Se está negociando. Es más que nada un tema económico.

–¿Fassi te manifestó la necesidad de promover más juveniles?

–Sí, me lo manifestó. Talleres ha hecho una gran inversión en inferiores. Ha salido campeón de la reserva. Quizás no todos lleguen a primera en Talleres, pero podremos sacar tres o cuatro. Pero un jugador de reserva tiene todo para jugar en primera. Sin embargo, cuando juegan en primera, es otra cosa. Si no lo ponemos, no vamos a saber. En Defensa puse chicos, pero no sé si tenían esa presión de jugar con 50 mil personas. Acá, la van a tener. Tienen que estar preparados y yo debo estarlo para que pueda sostenerlo en ese momento como puede ser un debut.

¿Con quién viene?

El exentrenador de la sexta afista de Newell’s, Fernando Capobianco, será el segundo ayudante de campo del nuevo entrenador de Talleres, según confirmó el mismo Juan Pablo Vojvoda.

Capobianco, quien viene de dirigir al Atlético Socopó de la tercera división de Venezuela, es rosarino y tiene 34 años.

Es un profesional de total confianza para Vojvoda, porque trabajaron juntos en la cantera de la Lepra, y vendrá en lugar de Raúl Damiani (exjugador de aquel Instituto de Darío Franco), el otro ayudante que tuvo en Defensa y Justicia y quien por cuestiones “personales” y “familiares” eligió no acompañarlo en Talleres.