La “T” se enfrenta a Huracán, a las 17.45, su último cotejo de local en la Superliga. Sería también el adiós de Kudelka.

Talleres se despedirá hoy de su público en la Superliga, cuando desde las 17.45 reciba en el Kempes a Huracán, por la 26ª y penúltima fecha del torneo, en un partido que bien puede calificarse como una “finalísima” para su posible pase a la Copa Libertadores 2019. Pero el cruce también podría ser el último oficial en Córdoba de Frank Kudelka en la “T”, a casi tres años y cuatro meses de haber asumido como su entrenador.

El uso del potencial tiene su razón. Si bien es un secreto a voces que el DT oriundo de Freyre no renovaría su contrato por otro año más en el club, oficialmente no se ha desvinculado y hasta ahora ni él ni el presidente del club, Andrés Fassi, lo han confirmado.

Pero por cómo se vinieron dando los acontecimientos en los últimos días, por declaraciones del entrenador abriendo una ventana para su salida y un viaje a Buenos Aires esta semana para, según trascendió, reunirse con la directiva de la Universidad de Chile y de San Lorenzo, todo hace prever que hoy dirigiría por última vez en Córdoba al Matador.

Será, en ese caso, el corolario de un ciclo exitosísimo de Kudelka en el club, que incluye dos ascensos, del Torneo Federal A a la B Nacional y de ésta, en forma invicta, a la Primera División.

Un proceso largo y fructífero, inédito en el club y meritorio, que ningún hincha o socio albiazul puede dejar de reconocer. Gane, empate o pierda, FDK debe tener asegurada la ovación de los hinchas, porque las cuatro caídas en los últimos cinco partidos no pueden eclipsar todo lo bueno que hizo.

Un ciclo que en los partidos jugados en Córdoba contempla números impresionantes. Con Kudelka como DT, Talleres jugó 53 partidos, ganó 27, empató 16 y perdió 10, lo que significa haber sumado el 61 por ciento de los puntos que disputó (no se cuenta el partido que dirigió su ayudante Raúl Armando contra Atlético Tucumán, el 28 de mayo de 2017 y que la “T” ganó 2 a 1).

Si Talleres gana hoy, a su equipo se le abrirá de par en par el portón para clasificar a la Libertadores, objetivo de máxima que alcanzará triunfando el sábado próximo contra el descendido Olimpo, en Bahía Blanca, en la última fecha, en la que Kudelka dirigirá su último partido en el torneo. Y si no lo hace, tendrá un pie y medio adentro de la Copa Sudamericana, el objetivo de mínima a cumplir.

Además, si se tiene en cuenta que tanto el DT como Fassi siempre repitieron que el objetivo principal de esta temporada es terminar entre los 10 primeros de la tabla y clasificar a una copa internacional (Sudamericana o Libertadores), no ingresar a la segunda, por doloroso que resulte y se asemeje a un premio consuelo, no podrá asumirse como un fracaso.

Un duelo en puerta

Tanto para Talleres como para Huracán el partido de hoy será una bisagra. El que gane tendrá un pie adentro de la Libertadores. Y si pierden, seguramente deberán conformarse con jugar la Copa Sudamericana.

Si la “T” quiere el premio mayor, necesita sí o sí ganar hoy y el sábado, en Bahía. Está sexto con 44 puntos y por ahora afuera de esa chance, que protagonizarán los que ocupen los cinco primeros puestos de la tabla general.

Dentro de ese lote hoy está el Globo, cuarto con 46 puntos, a uno de Independiente, quinto con 45. “Necesito 11 jugadores en condiciones para un combate, porque este partido será un combate”, dijo el entrenador de Huracán, Gustavo Alfaro, esta semana.

Toda una definición de lo que puede suceder hoy. Será un duelo que Talleres afrontará con al menos dos cambios respecto del equipo que perdió 3-0 en Santa Fe contra Unión: los Godoy (Leonardo y Fernando) reemplazarán a Tenaglia y Ojeda, respectivamente. Pero Kudelka podría hacer hasta tres cambios más: Ian Escobar por Olaza (hasta ayer recuperándose de una molestia muscular), Mauro Ortiz por Aldo Araujo y Junior Arias por Santiago Silva.