Juan Ramírez dice que es “un volante con gol” y que contra Boca y el Rojo tuvo que cumplir “otras funciones”.

Pese a los tropiezos consecutivas frente a Boca e Independiente, que lo hicieron caer al cuarto puesto, Talleres sigue manteniendo intactas sus chances de clasificar a la Copa Libertadores, objetivo de máxima, o de ingresar a la Sudamericana, el de mínima.

En ambos partidos, fue evidente que Juan Ramírez (24), obligado goleador del equipo con cinco tantos junto a Junior Arias pese a que es un interior con llegada y no un delantero, no estuvo en el nivel futbolístico que venía mostrando.

Mundo D habló ayer con él y lo primero que se le preguntó es si creía haber caído en un bajón. “A veces las cosas salen y otras no. Tal vez las funciones que uno tiene que cumplir en determinados partidos no las pueda hacer en otros, como marcar, achicar espacios, correr, aspectos que le sirven al equipo más allá de lo que uno quiera hacer”, explicó el volante.

–¿Fue lo que te pasó en el partido contra Boca?
–No sé... creo que fue el contexto del partido más que todo. Fue friccionado, más pendiente de la marca, que uno no reciba... a veces uno se deja llevar. Y está claro que nuestro juego no fue bueno en general en ese partido.

–Sucede que los hinchas ya se acostumbraron a verte en el rol de goleador cuando no lo sos.
–Es verdad. Yo soy un volante con gol, pero no un goleador. Y no en todos los partidos se me van a dar las chances de convertir. No se le puede exigir a un interior como yo que llegue al gol como un “9”. Pero la exigencia de hecerlo uno la tiene que tener, para superar obstáculos y seguir creciendo.

–Se viene Newell’s, un rival difícil para Talleres y más en su cancha. No se pueden permitir perder otro partido si quieren clasificarse a la Libertadores.
–Sí, es un partido clave después de dos derrotas seguidas. Tenemos que traernos algo de Rosario, los tres o un punto, pero no perder de nuevo. Ahí sí que se nos complicaría. Estamos preparándonos para ganar, como en todos los partidos que jugamos en esta Superliga. Lo tendremos que jugar como lo que será: una final.

–Si bien el objetivo es entrar a una copa, Libertadores o Suda-mericana, siguen estando muy cerca de la primera. ¿Tenés la fe intacta respecto de lograrlo?–Se viene Newell’s, un rival difícil para Talleres y más en su cancha. No se pueden permitir perder otro partido si quieren clasificarse a la Libertadores.
–Obvio. Sigue estando al alcance de la mano. Estamos cuartos y dentro de los que clasifican. No nos podemos caer por las dos derrotas. Contra Independiente jugamos muy bien, no fue como el partido contra Boca. Hasta los rivales reconocieron que fuimos superiores y que debimos ganar.

–¿Cómo llevás esa experiencia de estudiar en el club y poder terminar la secundaria?
–Es un proyecto excelente. Guido (Herrera), Nahuel (Tenaglia), Javier (Gandolfi), Mauro (Ortiz) y otros compañeros lo disfrutamos mucho. Es una nueva oportunidad. Yo no pude terminarlo por el fútbol. Uno no se siente bien cuando le preguntan si terminó la secundaria y tiene que decir que no. Da un poco vergüenza. Estoy en el último año, tercero del polimodal o sexto de la secundaria. Todos estamos muy comprometidos y tratamos de hacernos tiempo para estudiar y hacer las tareas.