Belgrano, Talleres, Instituto, Racing y varios clubes de la Liga Cordoba siguen de cerca la escolaridad de sus futbolistas en las inferiores.

El semillero de los clubes de Córdoba es un gran contenedor de niños y adolescentes que sueñan con jugar y vivir del fútbol. Lo proyectan esos padres que hacen grandes sacrificios para fortalecer esa ilusión. Son miles de historias que sueñan con salir en la tapa de los diarios festejando un gol, en la TV, en las radios y en los portales de noticias web.

Al talento que trae cada uno de esos chicos se le tiene que adosar formación técnica y táctica. Pero una es fundamental: la educación. “Antes que buenos jugadores queremos que sean mejores personas”, aseguró el presidente de Instituto, y coinciden en Belgrano, en Talleres, en Racing y en cada institución deportiva de Córdoba que insta a sus jugadores a terminar la primaria y la secundaria. Comenzar, seguir o terminar con los estudios secundarios es tan o más importante que pegarle bien con la pierna derecha, con la izquierda o que cabeceen bien. Esa es la mejor jugada para esos miles de chicos, de los cuales llegan a jugar en Primera muy pocos.

Entonces sí se cumplirá con ese rol esencial que tienen estas instituciones deportivas. La de formar a personas antes que a futbolistas. Desatender estas cuestiones básicas sería un grave error.