José Pedacchia, exdelantero de Talleres, cumplió 65 años y lo celebró tirándose en paracaídas. Es diabético, tiene tres stents y una pasión muy grande por el club.

Encaró la puerta de la avioneta, a 3.000 metros de altura, con la misma determinación que lo hacía ante los defensores rivales en la plenitud de su juventud. José Pedacchia, aquel delantero que cobró fama a fines de los ‘60 vistiendo las camisetas de Talleres, Universitario y Racing, no titubeó un segundo a la hora de celebrar sus 65 años con una vitalidad que no resintió, siquiera, el triple stent coronario al que fue sometido tiempo atrás.

Hace cuatro décadas, pocos eran los adversarios que neutralizaban su velocidad y gambeta. Y ayer tampoco pudo contenerlo la oposición de su esposa, hijos, nietos y hasta de su madre, de 88 años. “El Pepe” fue al Club de Paracaidistas de Alta Gracia y contrató el servicio para sentir el vértigo de la caída libre. “Hace mucho que lo venía pensando, pero esperaba cumplir mis 65 años para realizarla”, le contó ayer a Mundo D, con el mismo entusiasmo que mostró en 1969, cuando debutó en la primera de la “T” ante Platense.

“Soy diabético –cuenta Pedacchia– y hace poco me descubrieron arterias tapadas, lo que derivó en tres stents. Hablé con el médico, le conté la idea y me autorizó. Mi familia me decía que era una locura, que a mi edad no debía hacerlo, pero no pudieron detenerme”.

Su preparación fue por demás sencilla. “Camino mucho por mi enfermedad, pero además esta semana me puse a hacer abdominales, porque sabía que uno tiene que levantar las piernas al momento de llegar suelo”, contó el exfutbolista, que en 1971 realizó siete saltos mientras cumplía el servicio militar obligatorio.

Con otros cuatro saltadores, subió ayer a la avioneta en el Aeródromo de Alta Gracia y entre todos se alentaron para disipar cualquier temor. “Lo que menos tenía era miedo. Fue espectacular, y ahora estoy planteándome seguir o no con esto. Tal vez haga el curso de paracaidismo.

Pasión por Talleres

Debutó en Talleres con 17 años, tras formarse en Unión Florida. Pero sus mejores años los tuvo en Universitario, desde donde lo buscó Belgrano para reforzarse en 1974, en ocasión de un partido en el que los celestes enfrentaron a la selección argentina (empate 1-1).

“Tuve la suerte de ponerme la camiseta de Belgrano, pero lo mío es Talleres. Soy hincha del club en el cual jugué dos Nacionales y que hizo que mi apellido fuera reconocido. Salté con el buzo de la ‘T’ porque lo llevo bien adentro”, contó Pedacchia y destacó como inolvidable un 3-2 sobre el San Lorenzo de “los Matadores”, en 1969, al que Talleres terminó por “robarle” el apodo.

“No es fácil retornar a Primera. Entre el presidente (Andrés Fassi) y (Frank) Kudelka acertaron con los refuerzos. Tenemos un “peladito” en el medio (Pablo Guiñazú) que tiene sus años pero la está rompiendo, y al coloradito (Leonardo) Gil, que se come la cancha”, aseguró Pedacchia.

Descorchó un champán y el brindis lo esperó con un deseo: que Talleres vuele tan alto como él.