El defensor de la T sufrió en mayo la rotura de menisco y ligamento cruzado y había iniciado una larga recuperación.

En mayo de este año, uno de los jugadores emblema de la Talleres para lograr el ascenso a la Primera División, Wilfredo Olivera, recibía una de las peores noticias: la lesión que había tenido era nada menos que la rotura del menisco y el ligamento cruzado.

Desde ese momento, y posterior a la operación, el defensor inició una larga recuperación que fue dando sus frutos. De acuerdo con lo informado por el programa Talleres Soy, de FM Impacto 99.3, Olivera viajó este miércoles a Buenos Aires, para realizarse el último control con el Julio Batista, el médico que estuvo a cargo de la intervención quirúrgica a la que fue sometido.

Batista revisó al jugador y consideró que ya está en condiciones de realizar actividad física con mayor intensidad, lo cual sería una muy buena noticia para Frank Darío Kudelka.

De todos modos, de acuerdo con lo que revela ese programa en su sitio en Facebook, en Córdoba lo esperará el médico de la T, Julio Ferreyra, para evaluar el alta médica y ponerse a disposición del DT.

Es probable que en la próxima semana, ya pueda comenzar a realizar trabajos con pelota.