Decisión. Cuando llegó "el Cholo" dijo que venía para ascender a Talleres y retirarse. El logro y la forma, abrieron la puerta para que siga el volante de 37 años.

Si el ascenso de Talleres tiene una historia, esa es la de Pablo "el Cholo" Guiñazú. El de 37 años, nacido en General Cabrera, quiso cumplirle la promesa a su padre que le pidió jugar en el club del que ambos eran hinchas.

"Maestro, vengo a ascender con Talleres y a retirarme en el club. Se lo prometí a mi viejo antes de morir y quiero estar más cerca de mi vieja. Hace 20 años me fui de Córdoba", dijo apenas llegó, sin saber que pasaría por el calvario de una fractura en el maxilar izquierdo que demoró su debut hasta el partido con Chicago. Ahora con el ascenso consumado, la idea del retiro ya no está tan firme.

"¿Si decido retirarme? Esto cambió todo. Veremos cuando termine el campeonato. Es una alegría interminable. Se trabaja con humildad y te llena el alma. Le devolvimos la ilusión a la gente. Jugamos al fútbol. Entrenamos al límite. Una gran alegría. No tienen que estar contentos conmigo, sino con todos. Que lo disfruten. El ganar y ser campeón es para pocos”, contó el volante. Parece que hay "Cholo" para un rato más.