Al próximo rival de Talleres le sale todo mal. No se le habilitó la tribuna norte de su cancha, no habrá neutrales y deberá contratar más policías para el domingo.

A Independiente Rivadavia, el rival de Talleres el domingo a las 15 en Mendoza, se le abre un frente de conf licto distinto cada hora que pasa. Como si no tuviese poco con estar último en la tabla de posiciones y antepenúltimo en la de los descensos, está en una situación económica y deportiva crítica, de la que nadie parece apiadarse.

Ayer, mientras Martín Astudillo, exvolante de Godoy Cruz y Alavés, asumía en forma interina la conducción del plantel y mientras la directiva “leprosa” le busca reemplazante al renunciante Daniel Córdoba (suenan Felipe Canedo y Claudio del Bosco), recibió otra mala noticia del Ministerio de Seguridad mendocino.

Las autoridades de seguridad le notificaron a su dirigencia que decidió aumentar a 180 el número de efectivos policiales para el partido contra la T”, lo que le demandará un gasto de 87.772 pesos.

Además, no se le autorizó la habilitación del sector norte del estadio Gargantini y se ratificó la prohibición de acceso al público neutral o visitante, lo que le imposibilitará al club mendocino obtener una recaudación mayor y así poder hacer frente al pago de parte de la deuda que mantiene con su plantel.