Análisis. Tras el error con Chicago, el “1” dijo que la gente no le exige nada que no haya hecho y ponderó que la “T” es la 2ª valla menos vencida.

No es la primera vez que Mauricio Caranta se equivoca. Sabe que en su carrera han sido más los aciertos. Lo tiene tan claro como para descubrir que ingresar al Mundo Talleres fue la decisión más difícil, en el final de su trayectoria. Porque despertó una expectativa singular en la gente. Hay quienes esperan ver a un Caranta “gana partidos”, pero la realidad lo situó hoy en el escenario de explicar el error, el pos Chicago 1-1 Talleres, que debió ser victoria para la “T”, de no ser porque se equivocó en un saque.

–¿Cómo sos en el error?
–Me siento y lo analizo. Nadie busca provocar el error. Uno intenta... La mejor decisión era esa y no lo fue. Me equivoqué. Así vino el gol de Chicago en un partido en el que tuvieron la pelota, pero sin lastimarnos. A partir de ahí comenzamos a tener más la pelota y generamos alguna situación de gol. Fue un partido muy físico y táctico por parte de Talleres. De hacer un gran esfuerzo. Chicago fue el equipo que más propuso de los que enfrentamos. Nos sacó juego. Generamos y tuvimos menos la pelota. Hicimos un gran desgaste y terminamos trayendo un punto. Tendríamos que disfrutarlo porque estamos punteros, invictos y somos la segunda valla menos vencida. No deja de ser importante por la categoría y el momento en el que estamos. Venimos evolucionando. Los rendimientos fueron elevándose y en lo futbolístico también. Talleres es un equipo con una cierta identidad, con una idea que Kudelka viene trabajando desde hace un año. Vino un grupo de jugadores nuevos, al que nos costó al principio, pero con la obtención de los resultados, logramos mejorar. La idea ya es clara. Y quiero resaltarlo. Estuve en pocos equipos como este, en el que la charla técnica sostiene la misma idea de local que de visitante. De ser agresivos y buscar el triunfo desde el primer minuto. Es muy bueno para el equipo y muy sano. Es la verdad.

– Dio la sensación de que querías ganar el partido desde un saque de arco. ¿Estás ansioso?
–Lo vi a Emanuel Reynoso y no sé si se despegaba Nazareno Solis. Fue apurado por eso.

– O por demostrar todo...
– No hace falta. Las críticas son bienvenidas, ya soy grande...

–¿Te sobreexigiste?
–No. Entro a jugar mi partido y trato de hacer lo mejor para el grupo. No, lo mejor para mí. Trato de dar lo mejor. Uno se prepara para que pase lo mejor. Tenés 11 rivales y 90 minutos. No todo te sale perfecto. ¿Mi rendimiento? Iba con el grupo y lamentablemente termino de cometer un error, hace un partido. Son cosas que te deja un aprendizaje. Tengo 37 años y desde los 17 estoy en un plantel de Primera. Que me puede suceder. Ni la experiencia ni la cantidad de partidos te asegura que no te vayas a equivocar.

–¿El mejor Mauricio Caranta queda cerca?
–Mi carrera se basó en el trabajo. Confío mucho en eso. Eso y el sacrificio me trajeron acá. Sé que lo hago. Las cosas me van a salir bien. Hay veces que no me salen. Y sé que la gente no me está pidiendo ni exigiendo nada que no haya visto. Se generó una gran expectativa por lo que hice anteriormente. Algo tengo. Un error no me va a tapar todo lo que vengo haciendo. Pero entiendo que me lo exijan. No me están pidiendo algo que sea irreal. Es algo que ya vieron. Me preparo para dárselos. Primero al equipo; luego, a ellos y también para mí. Estoy confiado que ese momento va a llegar. Sin dudas.

El capítulo Ceballos

–¿Qué charlaste con el juez Diego Ceballos en el entretiempo del juego pasado, donde fuiste filmado por personal del club local?
–Son cosas que pasan en el partido. Después hay que tratar de bajar los decibeles del arco y él como responsable de conducir un juego. Volvía después de una polémica en Central-Boca, donde no le fue bien. Fue por eso. Creo en los errores. Pero los errores de Ceballos me costaron un torneo. Tuve la chance y se lo dije. No creo en la mala intención. Yo creo en los errores. Pero los errores cuestan caro. Como me costó a mí y a él. Parecía que en el primer tiempo, cada patada o saque de arco era una amarilla para mí. Jugar de visitante con 25 mil personas, no es fácil. Porque el arquero la va a poner para sacar y todos van a querer amarilla; que el central pegue una patada y sea amarilla porque te lo pide toda la cancha. Lo que le dije que no tenía seis meses de árbitro. Que tenía mucho más para manejar la situación. Yo no le dije cuando sacar una amarilla, ni él como atajar. Que somos grandes para manejar algunas situaciones.

–¿Sirvió?
–Sí. Sirvió. Somos seres humanos y nos podemos equivocar. Ceballos me abrió la puerta. La gente de Chicago estaba filmando porque entendía que el arbitraje los estaba perjudicando, y nosotros, también.

–El reto de llegar a Talleres fue bravo. A su gente le gustó y a Instituto, lo hirió. Hay gente que espera que te vaya bien y otra, que te vaya mal . ¿Cómo manejás eso?
–Yo sé que hay mucha más gente que quiere que me vaya bien. Yo no tengo ese sentimiento. Ni contra Instituto, ni contra nadie. No me gusta que a la gente le vaya mal. Si lo tienen del otro lado contra mí, será problema del que lo piense. No es mío. No ando sentado en mi casa, pensando en que a vos te va ir mal porque no te quiero. Es parte de la sociedad argentina. Porque todos somos así. ¿Sí? Porque el hincha es egoísta. Te siente de su propiedad. Que siempre serás así.

–”Reglas”, que le dicen. Pero no debe ser así...
–Nos toca vivir así. Quizá en mi inconsciente sea igual. Pero trato de no serlo.

Talleres, puntero

–La mayoría de los rivales esperaron a Talleres; Instituto aceptó en algunos pasajes el ida y vuelta y Nueva Chicago lo presionó. Si Talleres no fue superado, ¿les da derecho a salir del “partido a partido”?
–Es lindo salirse. Pero es difícil enfocarse en el final. No es una realidad. Es un deseo. Un sueño. El día a día es nuestra realidad. Es Crucero. Es analizar qué hicimos con Instituto y Nueva Chicago. Qué hicimos bien y qué mal. A todos nos jugaría estar a una fecha del final y ahí arriba con ventaja. Pero la realidad te la va marcando el partido que jugaste. El día a día. Por ahí ante Nueva Chicago no generamos lo que se dio frente a Instituto. Es ese el punto y también, en qué nos equivocamos. Porque también podemos hacerlo. Es así.

“Talleres es un equipo con una cierta identidad, con una idea que Kudelka viene trabajando desde hace un año... Sostiene la misma idea de local y de visitante”.