A las 21.05. Solis, en la “T”, y Bernardi, en la Gloria, son dos referencias de una lista de posibles dueños de un clásico de 45 mil personas y que comenzó a jugarse desde que se supo el fixture.

Un juego de 45 mil personas es un hecho especial. Es de los partidos más largos del mundo, esa característica que el gran Osvaldo Soriano tomó para inmortalizar aquel penal que se sancionó un día y se ejecutó una semana después. Pero no es por esa razón específicamente, sino por los componentes que lo arman.

El partido arranca desde que se conoce el fixture, entra en un letargo del que sale días antes del partido previo, suele calentarse con algún cruce en las declaraciones – sobre todo si el juego es en la misma ciudad–, tiene un desarrollo que le puede cambiar la vida al que está a la altura de las circunstancias y su vigencia – si el resultado es determinante– siempre alcanza al siguiente. En varios casos, el resultado de ese juego se seguirá viendo con el lente del partido del marco grande.

Talleres-Instituto es el partido de las 45 mil personas y llegó el día de jugarlo. Es hoy, desde las 21.05. De hacerlo propio, inolvidable, único. Por eso, el cuadro debe estar a la altura. De los que pasan inadvertidos, nadie se acuerda; pero sí, de los que determinan el juego.

La semana fue larga: se ventiló si Talleres “era clásico” para Instituto como lo es Belgrano, lo que significa para los ex de cada lado ( los que están y los que ya se retiraron), el “no estado del campo de juego” (no tiene descanso), el novelón en el que la posibilidad de jugar sin restricciones fue una bandera que sólo levantaron algunos. Por eso será un partido que hasta anoche ya tenía asegurada la presencia de 45 mil personas, en vez de las 57 mil o más que podrían haberse logrado y dejar un mensaje al fútbol argentino en ese sentido.

Pero ese partido, el de las 45 mil personas, necesita héroes y dueños; generadores de ilusiones y aquellos que sean capaces de llevarlas a cabo; de los correctos y de los audaces; de los que pueden convertir el partido en un hecho que justifique el valor de la entrada y de la fiesta. La que vivirán los albiazules que tratarán de copar el Kempes con una concurrencia que obligue a su directiva al análisis de abrir la Artime y la que “armarán”, en silencio, los albirrojos que decidan infiltrarse para ver al primer equipo.

“El Nazareno”

Como sea, llegó el día del duelo y el momento en el que “hablarán” los botines. Los antecedentes pasan a descansar nuevamente en el archivo, a las palabras se las llevará el viento y se vive la expectativa de ver el mejor resultado acompañado de la forma correspondiente. Ya no se pregunta: “¿Cuánto tiempo falta para el partido?”; sino “¿Quiénes juegan?”.

En el repaso de los nombres de peso, Talleres e Instituto gozan de una riqueza aceptable. El líder del torneo (si gana sacará seis puntos de ventaja a sus escoltas) es también el más efectivo y su jugador top ha sido Nazareno Solis. Entre la B Nacional y la Copa Argentina, el ex Dálmine lleva a anotados cinco goles y cuatro asistencias.

“Sé que jugaremos por algo importante. Soy delantero y estoy en mi mejor momento. Hice varios goles, pero me veo más asistidor. Soy encarador”, fue lo primero que dijo “Naza”, tras anunciarse su incorporación a Talleres. Detrás de él, aparecen otras referencias goleadoras como Eial Strahman, Victorio Ramis, un top como Gonzalo Klusener, que espera su chance, más Hernán Encina y Pablo Guiñazú, quienes prometen fútbol y mucho cerebro. Tarde o temprano, “el Sapo” y “el Cholo” tendrán su lugar. Sin embargo, el 11 no se toca.

Bernardi y su fútbol

En Alta Córdoba, la falta de gol terminó condicionando las producciones del nuevo modelo de Héctor Rivoira. Las certezas del entrenador pasan por otro lado. El fútbol de su equipo sigue descansando en Christian Bernardi. Su mejor pasaje fue en la segunda mitad del 2015, cuando el equipo llegó a jugar el reducido por el ascenso tras haber estado último.

Y en este torneo, la película parece igual. Fue figura ante “la Lepra”y también de lo poco que mostró Instituto ante Santamarina. En el banco albiazul estará Frank Kudelka, el DT que lo rescató, tras haber pasado por Gimnasia ( ER), de haber vuelto para jugar en la Liga.

Esta noche, Bernardi tendrá la oportunidad de volver a mostrar por qué se ganó su lugar en la Gloria, pero esto no excluye a Mateo García, a Emiliano Endrizzi y a Maximiliano Correa de la obligación de seguir generando fútbol hasta que este equipo de sangre albirroja (son 7 propios de 11) encuentre la ruta del gol y del protagonismo.

El partido de las 45 mil personas levanta el telón para los que quieran animarlo y apoderarse de él. Es el momento de los héroes. Que aparezcan.

Albiazules


Casi todo vendido. La venta de entradas será de 10 a 16, en la sede; y desde las 19, en boleterías del Kempes. Precios: Gasparini, $ 200; Ardiles, $ 250. Dama, menor y jubilado a Gasparini, 100; a Ardiles, $ 130. Los socios de Talleres sólo tienen que tener su cuota social y abono al día para ingresar al Estadio. Se especula que, como mínimo, hoy habrá 45 mil espectadores.

Con Guiñazú. Además de los supuestos titulares, la delegación albiazul se completó con Guido Herrera, David Achucarro, Rodrigo Arciero, Nahuel Roselli, Hernán Encina, Ezequiel Barrionuevo, Fernando Juárez, Pablo Guiñazú (es la primera vez tras su fractura en maxilar izquierdo, y podría debutar), Agustín Gutiérrez y Gonzalo Klusener.

Con Soda. Por Instituto, también concentraron Brian Olivera, Brian Molina, Facundo Agüero, Guido Mainero, Ignacio Antonio, Leandro Vella, Pablo Soda (¿lo indultaron pese a no renovar?) y Gustavo Gotti.

La voz del Kempes. “Geo” Monteagudo, de Cadena 3, será la voz del estadio.

Perdió Santamarina. Anoche, Nueva Chicago venció 2-0 a Santamarina en Tandil con goles de Espíndola y Giménez.