Con un gol del delantero Nazareno Solís, el equipo albiazul derrotaba a Juventud Unida en Gualeguychú. Sin embargo, a los 45 minutos del segundo tiempo, Lenci logró la igualdad.

Al final no hubo carnaval en Gualeguaychú para Talleres. Tenía todo como para sumarse al desfile y la comparsa, sin embargo, no pudo sostener el ritmo del rival y no logró defender la ventaja en terreno ajeno, por eso, en tiempo cumplido, Juventud Unida le empató de penal y de esa forma el albiazul pierde la chance de seguir en la cumbre de la B Nacional.

El 1 a 1 no le viene mal al partido, sólo que el reproche lo mismo se hace habida cuenta de que restaban apenas tres minutos y los dirigidos por Fran Kudelka hacían pie en un terreno mojado e irregular como el de Juventud Unida. El gol albiazul fue obra de Nazareno Solís, de tiro libre, con complicidad del arquero De León. El ex Villa Dálmine lo vio adelantado y facturó.

El trámite fue parejo, vertiginoso, con pierna fuerte y de ida y vuelta. Un pelotazo podía convertirse en chance de gol y así fue. En ese contexto, Talleres lograba inquietar tanto con Solís, con el manejo de Reynoso y el aporte de Victorio Ramis.

Ya con la diferencia, Talleres decidió replegarse. Los cambios de Kudelka fueron todos en ese sentido, para esperar al rival y renunciar a tener la pelota arriba. Terminó con cuatro laterales en la cancha como para cubrir los desbordes del local por las bandas. Sin embargo, una jugada de infortunio encontró la mano de Wilfredo Olivera en el área, penal y expulsión. Lenci puso el 1-1 a pesar de que Mauricio Caranta adivinó el palo.

El resultado no es malo, sólo que por el desenlace, deja sabor a bronca y frustración porque pudieron ser tres puntos en vez de uno.