Darío Cáceres. Al capo de la Fiel le aplicaron una orden de restricción de concurrencia a los estadios. La medida fue llevada adelante por la Policía.

Que el Estado haya decidido en las últimas horas encargarse de la aplicación del derecho de admisión fue un gran alivio para los clubes, que entendían que esa era una tarea exclusiva de las fuerzas de seguridad. Lo cierto es que, en el caso de Talleres, jamás esperaron que los resultados fueran casi inmediatos.

Ayer Darío Cáceres, uno de los capos de La Fiel, pretendía ver a Talleres en Concepción del Uruguay y a pocos metros del estadio, fue detenido. Según informó la Policía de Entre Ríos, recibieron los datos de los barras con prohibición de ingreso a los estadios, por parte de los encargados de seguridad de Talleres. El comisario principal Soldatti, jefe del operativo en Concepción, se encargó de llevar adelante el control. Los uniformados identificaron al barra, chequearon sus datos y lo demoraron por la aplicación de una orden judicial de restricción de concurrencia a los estadio. Según comunicó la Policía de Entre Ríos, apenas terminado el partido, Cáceres iba a ser liberado. Todo lo actuado fue confirmado por Talleres.

Un capítulo más

Los viajes de la Fiel al interior eran la chance de evitar la prohibición de concurrencia que pesaba sobre el mencionado Cáceres, y sus lugartenientes Walter Aguilar y Rubén Sosa para los partidos de local y la expulsión como socios que les aplicó la comisión directiva, el año pasado. La supuesta agresión al directivo Gerardo Livi (en Unión de Sunchales-Talleres) por parte de los mencionadas y a supuestas críticas de Cáceres a la comisión vía redes sociales fueron las causas por las que la directiva los penó, aunque, luego, les concedió la chance de apelar para recuperar su condición de socios, algo que deberán resolver los afiliados albiazules en una asamblea que no tiene fecha. Asesorados por Ricardo Moreno, acudieron a un amparo para revocar la medida (sin éxito) y a una denuncia contra Livi por provocar a Cáceres. Al mismo tiempo prosperó una denuncia de un allegado a la barra contra el Fondo de Inversión cuyo presidente era Rodrigo Escribano, hoy es vice.

Lo cierto es que Cáceres y sus laderos tampoco podrán ver a la “T” afuera.