La primera comisión posquiebra cumple un año. Ascendió a la B Nacional y recuperó estructuras.

Hoy se cumple un año desde que Andrés Fassi recibió las llaves del club por parte del fideicomiso, coadministrador junto al Fondo de Inversión entre 2011 y 2014, y del juez Saúl Silvestre, quien fue el encargado de controlar el proceso que terminó con el levantamiento de la quiebra.

Fassi ganó las elecciones el 16 de noviembre de 2014 y a los pocos días, soportó un no ascenso ante Gimnasia y Esgrima de Mendoza, que determinó una ruptura con la barra brava “la Fiel”, que cuestionó duramente el corte de la relación que se había sostenido en la gestión anterior. Sorteó ese obstáculo y armó un plantel que ganó el ascenso de punta a punta, al tiempo que dotó al club de una estructura para refuncionalizar la sede (sumó otra), el predio y la cancha. El semillero fue prioridad, al igual que las actividades sociales. Logró un cupo inédito de 24 mil socios activos.

El gasto fue millonario y se reclama una correspondiente rendición de los números, que podría darse en Asamblea. Una lucha que se dio fue despegar a la “T” del calificativo de “filial del Pachuca”.