Lillo, ídolo de Talleres, cuenta sus conceptos que aplica para dirigir la 9ª de AFA del club. Contó experiencias, metodologías y se definió como “obsesivo y motivador”. Manifestó admiración por Simeone y sueña que un dirigido suyo llegue a Primera.

Tratar de inculcarle conceptos futbolísticos a niños de 13 y 14 años no es una tarea fácil para ningún profesor de divisiones inferiores. Y en Talleres, para tamaña tarea, con el objetivo de acelerar la formación, confiaron en Gustavo Lillo. El carácter jovial del campeón del “Loco” (Campeón en el ’98 con Talleres y de la Copa Conmebol ’99), su facilidad para el diálogo, y su gran predisposición tanto para aprender como para enseñar, motivaron a que desde la estructura de la nueva dirigencia de Andrés Fassi se jugaran por su capacidad. En una charla con LA MAÑANA, Lillo habló de sus primeros pasos como formador de juveniles, donde se siente a pleno: “Desde el 2013 que vengo transitando esta aventura de ser DT y me siento muy cómodo. Estoy en el club desde el 2013, agradezco la posibilidad de trabajar en este proyecto. Me toca dirigir la 9ª de AFA, clase 2001 y acá estoy, aprendiendo todos los días y tratando de enseñar”, contó.

- ¿Cómo se le llega a un pibe que tiene tanta tecnología a su lado? Celular, video juegos...
- Todo depende del mensaje. Un buen entrenador debe saber darse a entender, y por eso desde mi lugar, trato de ser paciente con los nuevos tiempos. Son eras distintas a mis 14 años. Los chicos están expuestos a mucha información, PlayStation, Ipod, etcétera etc, y de mi parte trato de inculcarles una mentalidad responsable.

- ¿Los chicos entienden a esa edad que es un relevo, vasculación, 4-3-1-3, pressing?
- Claro que entiende, ahora vienen más preparados con las herramientas tecnológicas. Pero hay que ir despacio, está claro, porque es una edad singular. No es fácil aplicar los conceptos de juego, son pre-adolescentes y la parte emocional de ellos también juega mucho.

- ¿Hay un seguimiento del club para que estudien y no descuiden la escuela?
- Por supuesto. Y eso se logra no solo con consejos, sino hablando permanentemente en cada entrenamiento. Es una responsabilidad. De mi parte trato de hablarles y que entiendan que la vida no termina en el fútbol. Y es necesario adquirir todo tipo de instrumentos para poder afrontarla. Trabajamos muchos en los valores humanos, en el respeto al compañero y al profesor, respeto a los rivales, a quienes trabajan en el club y en la pensión. Hasta en las notas que traen de la escuela nos fijamos. Queremos formar buenas personas a la par del deportista.

- Hoy los chicos quiere ser como Messi y Cristiano Ronaldo, ¿cómo se los trae para el mundo real?
- Hablando y dando el ejemplo. Yo de mi parte trato de hacerles entender de que no todos van a llegar a Europa, y que todo se consigue con esfuerzo, dedicación, perseverancia y humildad. Que pueden aprender mucho mirando partidos de las ligas más importantes, pero que lo más trascendente se aplica en la cancha jugando o viendo cualquier equipo acá. No todo es Barcelona, Real Madrid, Juventus. Hay que tener los pies en la tierra.

Respeto al ídolo, sueños de progreso

Ninguno de los juveniles que hoy Lillo entrena todos los días nunca lo vieron jugar en vivo. Sin embargo, el reconocimiento existe. Porque el propio club se encarga de dar a conocer los logros de sus glorias, y la tecnología ayuda. “Me tocaron algunos casos de chicos que me dicen que soy el ídolo de sus padres o tíos. Y me piden autógrafos, fotos. YouTube ayuda mucho, hoy los chicos se meten con el celular y pueden ver todo. Muchos me agradecen el penal que metí en a Belgrano en la final.

- ¿Qué conceptos trata de inculcarles Lillo a los chicos?
- Amor a la camiseta. Y que sientan representación. Los otros conceptos van llegando de la mano, como parte del proceso, trabajando todos los días. Trato de transmitirles mi experiencia vida en este club. los chicos vienen más despiertos ahora, no los subestimemos. Pero todo aprendizaje y enseñanzas tiene etapas. Vamos dando los primeros pasos.

- ¿Preferís algún sistema en particular?
- Pasa que en el fútbol de hoy uno necesita adaptarse a varios esquema, de saber cambiar. No puede atarse a un solo estilo. Pero el 4-3-3 o 4-2-3-1 son los que más me seducen. Hay que ser flexibles.

- ¿Lillo es temperamental, obsesivo o motivador?
- Las tres cosas (risas). Yo tuve otra formación, con otras metodologías, por eso nos basamos mucho en el sacrificio personal. Ahora tenemos más herramientas. Me gusta mucho hablar con los chicos de manera grupal, individual cuando es necesario, tanto antes del partido como en el entrenamiento. Escucharlos y saber interpretar sus problemas.

- ¿Te gusta algún DT en particular?
- Tengo mucha admiración por Diego Simeone. La tiene muy clara, le grupo le cree y lo respeta, arenga permanentemente, transmite confianza y seguridad. No en vano ganó todo lo que ganó.

- ¿Te imaginás dirigiendo en Primera?
- No me vuelvo loco. El tiempo lo dirá. Pero si me preguntas el sueño que tengo, es que alguno de los chicos que hoy me toca dirigir, llegue a jugar en la Primera de Talleres. Hoy es mi máxima ilusión y para eso me preparo todos los días.