Triunfo redondo. La “T” goleó, marcó diferencias con un rival de menor jerarquía futbolística, recuperó al goleador Velázquez y se escapó a 8 puntos de Maipú.

Por donde se lo mire, el de anoche fue el triunfo más redondo de Talleres en el torneo por un cúmulo de motivos que escapan a la siempre revitalizadora circunstancia de golear. Desde el 27 de octubre del año pasado que la “T” no “mojaba” cuatro veces, cuando superó 4 a 0 a Ferro de General Pico, por la 11 ª fecha del Torneo Federal A pasado, también en el Kempes, pero el dato estadístico de la goleada es sólo un punto de partida para un análisis más amplio.

En lo que va del torneo, y pese a que llegó cómodo puntero e invicto al juego de ayer, Frank Kudelka insistió hasta el hartazgo ante micrófonos que tuviera al frente que su equipo no plasmaba en goles todas las situaciones que generaba por partido. “No hay que perdonar, porque a Talleres nunca lo perdonan”, repetía. Anoche Talleres lo hizo.

Además, el DT albiazul esperaba que sus jugadores marcaran, frente a rivales – con todo respeto sea dicho en referencia a Independiente de Chivilcoy– de menos jerarquía futbolística, las diferencias individuales y colectivas que se esperaban de un plantel con mayoría de jugadores de categoría superiores y con probada experiencia. También lo consiguió.

Kudelka aguardaba, también, que el “9” que trajo para ser titular en el equipo – Javier Velázquez– recuperara el nivel, ritmo y rendimiento que tuvo en la pretemporada, pero que una lesión le hizo perder, dejándole la posibilidad de mostrarse y convertir a Eial Strahaman.

Había vuelto desde el arranque la fecha pasada, en el triunfo frente a Sportivo, pero la pelota le rebotaba en las canillas y los hinchas que viajaron lo insultaron en todos los colores. El exgoleador de Instituto metió dos y se terminó yendo aplaudido, reemplazado por Strahman, quien también volvió a anotarse, como para certificar que la lucha por el puesto con Velázquez será leal, pero no dará tregua. “Lo necesitaba”, dijo el “9” al final del juego a Cadena 3.

Y si faltaban condimentos para que el asado saliera a punto, vayan estos bocaditos. Ezequiel Barrionuevo ratificó, con otro gol de penal (tercero por esa vía; el cuarto suyo) la exquisita jugada y asistencia para el gol de Strahman y un rendimiento superlativo, que es, hoy por hoy, el jugador más regular y desequilibrante de Talleres.

Por su parte, Sebastián Ereros estuvo a la altura de lo bueno que se espera de él y que alcanzó a mostrar en dosis en Las Parejas. Con él en buen nivel futbolístico, el equipo puede recuperar esa sociedad con Velázquez que alumbró en Instituto, se lució en algunos pa r tidos de l a pretemporada, y que, por distintos motivos, no pudo repetirse.

Hubo más: Ivo Chaves y su paulatino afianzamiento como salida por la derecha y la irrupción de Franco Piergiacomi como un buen ladero de Raymonda.

Lo bueno de escaparse

Hasta que hoy se complete la fecha, y a una del final de la primera rueda, Talleres logró sacarle una distancia de ocho puntos a su único escolta, Maipú. Así siempre le resultará más cómodo trabajar para corregir errores defensivos, como el que le costó sufrir el golazo de Emmanuel Fernandes Francou. Con esa comodidad, Kudelka podrá seguir recuperando soldados, probando, acertando y errando, pero sin la presión del resultado urgente, con dos partidos como visitante en el horizonte (Gutiérrez de Mendoza y 9 de Julio de Morteros). La situación ideal para un equipo que se aproxima al ideal.