Talleres quedó eliminado de la primera eliminatoria de la Copa Argentina tras caer por penales 5-4 ante Alumni de Villa María, en un clima de alta tensión en las tribunas. Álvarez erró el penal clave.

Talleres no se permite disfrutar ni un minuto. Ni en un partido de Copa Argentina puede dar el lujo de relajarse. Cayó por penales en el Mario Kempes ante Alumni de Villa María, después de igualar 2 a 2 en tiempo reglamentario, pero lejos de tomarse como algo relativo, en este delicado presente, donde la armonía amenaza con cortarse a cada instante, cayó como un golpe artero al mentón. Cierto es que el DT Ángel Hoyos propuso un combinado alternativo con mayoría de juveniles, lo mismo que los villamarienses, así que ni siquiera ese pretexto sirve para fundamentar la eliminación.

Había alerta en las tribunas, riguroso control policial, un helicóptero en las inmediaciones, todo el montaje estaba orquestado para evitar incidentes con la barra, en tiempos políticos, donde cualquier situación puede encender un fósforo letal. Pero apenas cinco mil espectadores se dieron cita al estadio, augurando con un partido más aliviado, sin tanta presión. Pero eso nunca ocurre por barrio Jardín. Es cierto que lo dio vuelta en el complemento con tantos de Diego Martínez y Ezequiel Barrionuevo, después de que Emanuel Bolzicco abriera la cuenta para la visita, sin embargo, no lo pudo liquidar. Y tampoco lo aguantó. Porque las ideas europeas de Hoyos (sus rutinas de entrenamientos son al máximo nivel de preparación intelectual, charlas personales, videos, presentaciones en power point) no le permitieron aprovechar el nerviosismo del rival. Sacó de la cancha a la figura, Barrionuevo, para poner un delantero más, como amante del fútbol ofensivo que es.

Pero una desconcentración defensiva permitió el penal que Sebastián Godoy trasladó a la tanda, donde Alumni ganó 5-4, porque Gerardo Godoy le atajó el remate a un Favio Álvarez que todos apuntan a recuperar pero no se logra concretar.

Para remarcar, la intención de jugar con los laterales, siempre arrancando de mitad de cancha, presionando a los volantes rivales, vocación ofensiva general, presión en tres cuartos de cancha, con Nicolás Schenone jugando entre los dos centrales, como líbero del mediocampo, al estilo Javier Mascherano en Barcelona, sacando las distancias. De hecho Hoyos trabajó en la “Masía” del club catalán pero deberá adaptar su estilo de juego al del nivel del Federal A, porque si no, errores forzados y exposiciones de jugadores no habituados a ese ritmo pueden seguir ocurriendo.

LA FIGURA
Ezequiel Barrionuevo. Motor y eje del poco futbol que tuvo Talleres en el partido. Siempre se acopló con los de mejor pie para jugar y metió un golazo. A su salida, le empataron a Talleres.

EL áRBITRO
Carlos Córdoba. Correcto. Acertó en el penal de López a Bolzicco, e impartió respeto más allá de alguna pierna fuerte.

LA CLAVE
Talleres tenía el comando del partido y no supo especular con el nerviosismo del rival. Hoyos apostó más al ataque, dejó espacios y le terminaron empatando.